El Litoral | polí[email protected]
Filtrado. El recuento de votos para las elecciones generales del 16 de junio, funcionó a la perfección. Salvo en el distrito donde había votado uno de los máximos responsables de la Secretaría de Tecnologías para la Gestión.
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Mucho se dijo antes de las elecciones generales del 16 de junio sobre lo que depararía el escrutinio provisorio de esos comicios. Los temores, las dudas, las sospechas, las advertencia incluso de algunos funcionarios de que podría ser, a raíz de la supuesta paridad, extremadamente lento. Sin embargo, el proceso fue correcto.
Contra todos los pronósticos y antes de las 22, ya se proclamaban ganadores y perdedores; y antes de la medianoche, ya estaba cargado al sistema informático el 99 por ciento de los telegramas. Pero faltaban algunos.
Justamente, los correspondientes a la localidad en la que había votado uno de los máximos responsables de la Secretaría de Tecnologías para la Gestión. El funcionario había sufragado temprano en Villa Amelia, su localidad de origen. Pero la información electoral de ese pequeño distrito del departamento Rosario nunca llegó a computarse en el escrutinio provisorio. Los telegramas no pudieron recepcionarse, porque habían quedado dentro de la urna. En casa de herrero...