Desde que en la provincia de Santa Fe se promulgó la Ley 13.725, en febrero de 2018, la búsqueda de identidad biológica está garantizada por el Estado. Pero desde antes de que la ley sea impulsada en la Legislatura por la diputada Alicia Gutiérrez (SI) y sancionada en diciembre de 2017, la Secretaría de Derechos Humanos viene recibiendo consultas y pedidos de personas que dudan de su origen. Son alrededor de 310 presentaciones que corresponden a toda la provincia, también a esta ciudad que, junto con la zona centro-norte totalizan unas 100. Aunque se descuenta que son muchas más las personas que buscan a sus padres o a sus hijos e hijas: se estima que en el país hay 3 millones de buscadores.
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos es el ámbito de aplicación de una ley que involucra un fuerte compromiso de las áreas de Salud y del Registro Civil en la tarea de proporcionar documentación y registros que permitan esclarecer estas búsquedas.
Mientras tanto, son unos 170 casos los que están activos. Aunque el dato es “engañoso”, explica Franco Massaccesi, coordinador del área de Identidad y Búsqueda de Origen. Y lo explica: “Muchos están en suspenso hasta que encontremos un nuevo elemento, pero elegimos no cerrarlo por pedido de la persona que busca”.
Desde el vamos, el funcionario establece en la charla con este diario que “la identidad es un derecho fundamental y básico. Si como Estado no podemos garantizar el derecho a la identidad tendríamos que rever para quién estamos dirigiendo nuestra política pública”. Por eso es que, más allá de los objetivos, los datos y los resultados, “la preocupación es que esta área siga vigente y se potencie para que el mensaje llegue cada vez a más personas”, sobre todo a aquellas que se plantean si acercarse o no a una repartición pública para iniciar una búsqueda o dudan acerca de cómo va a afectar esa decisión a los padres de crianza.
—¿Cómo se acerca la gente a la Secretaría y cómo se entera de que existe esta posibilidad de rastrear su origen?
—Cuando hacemos una nota periodística, o alguna jornada o le damos difusión, parece automático: a la semana siguiente tenemos más de 15 turnos otorgados.
—¿Con miedo de saber o con miedo de no encontrar?
— Con miedo a la incertidumbre acerca de lo que va a pasar una vez que abran esa puerta. Es una puerta a lo desconocido. Pero la primera entrevista que se le hace a la persona, y donde el Estado la recibe y la escucha, es reivindicatoria. Después, en la realidad, vemos que muchos de los casos no tienen una respuesta “favorable”.
Por otro lado, si uno se pone a buscar en su familia o entre amigas y amigos, descubre que hay otros casos. Por eso siempre aliento a la gente a que se acerque, a que venga a la oficina porque hay alguien que los va a escuchar y les va a dar una mano. Los buscadores abren una puerta que no saben adónde los va a llevar.
— ¿Quiénes buscan? ¿Madres y padres a sus hijos o hijos a sus padres?
— La mayoría de las búsquedas son de hijos e hijas que buscan a su madre biológica. Y hay presentaciones, principalmente en Rosario, de madres que se han visto forzadas a entregar a sus hijos. En este punto es importante hacer una lectura de género sobre el tema: se trata de una mujer que se vio obligada a entregar a su hijo porque no pudo hacerse cargo o tuvo algún tipo de presión externa. Es un ángulo que nos falta trabajar y al que estamos apuntando ahora.
—No me consta y si fuese así tendría que hacer la denuncia. La mayoría de los casos son de las décadas del 60 ó 70, el 80 y anteriores también. Pero no puedo decir con seguridad que no ocurra.
—Los buscadores siempre aclaran que sus historias no están relacionadas con la apropiación en la época de la dictadura, sino que en su desvinculación de su familia biológica hubo otro tipo de condicionamientos.
—Siempre decimos que nuestra búsqueda es por fuera de los períodos de la dictadura y del plan sistemático del Estado de aquel momento. La realidad es que en la mayoría de los casos se trata de situaciones de alta vulnerabilidad donde ese padre o esa madre no se pudieron hacer cargo de su hijo, o le han dicho que el bebé nació muerto, y eso es una apropiación. Son casos donde hubo un médico o una partera involucrados que hacían un arreglo para entregar a ese niño o niña a otra familia por fuera el marco de la dictadura.
En lo que va del año se lograron tres encuentros en la región centro-norte y otros dos en Rosario: “No me gusta ser exitista. Pareciera que solo vale el encuentro pero no es así”, aclara Massaccesi. “Muchas veces no hay un elemento que nos permita abrir otras puertas para seguir adelante con la búsqueda. Pero insisto en que acercarse a la secretaría, hacer la presentación y activar la búsqueda es reivindicatoria; ya es ganancia. Por supuesto que lo que todos buscan es concretar ese encuentro o al menos saber de dónde vienen. Porque a veces hay situaciones de personas de 50 años o más y en la mayoría de los casos los padres ya han fallecido”.
TÉCNICAS DE REPRODUCCIÓN HUMANA ASISTIDA
Para agosto, en fecha a confirmar, se anuncia para esta capital una jornada sobre derecho a la identidad que incorpora, como ocurrió en Rosario meses atrás, las técnicas de reproducción humana asistida, cuestión que -entiende Franco Massaccesi- va a aparecer con mayor frecuencia en las presentaciones sobre esta materia. “En Canadá y en Gran Bretaña hay muchas presentaciones respecto de gente que fue concebida con estas técnicas y quiere saber su origen. La pregunta es qué respuesta vamos a tener para quienes planteen este tema”.
Hasta el momento, la ley no contempla este aspecto: “Tiene que ser una ley a nivel nacional”, aclara el funcionario. “En el Ministerio de Salud de la provincia hay una ley específica que aborda el tema de la reproducción asistida y estamos empezando a reunirnos para ver qué hacemos con el derecho a la identidad”. Y ahora que se viene la discusión de la diputación a nivel nacional, planteó que el derecho a la identidad “tiene que ser una de las banderas y que tenemos que llevar al recinto un proyecto de ley para que haya un marco nacional y que las provincias se adecuen, como ocurre con el protocolo del aborto legal”.
El médico genetista Ramiro Colabianchi participó de la jornada en su ciudad (Rosario) y estará en agosto en la capital santafesina, donde volverá a abordar el tema de la identidad y los tratamientos de reproducción humana asistida. Antes, dialogó con este diario.
—¿Está regulado el derecho a la identidad en el marco de las técnicas de reproducción humana asistida? ¿Alguna ley lo contempla?
— A partir de la aprobación del nuevo Código Civil, se consideró una forma de filiación más que son estas técnicas y se reguló el tema de la filiación cuando hay participación de terceros en el caso de hacer tratamientos con gametos donados, ya sea de una de las dos partes -los óvulos o espermatozoides- o de ambas -los óvulos y espermatozoide-. No es una ley sino que directamente el Código Civil contempla que la filiación de aquellos que han manifestado su voluntad procreacional y sobre los donantes no va a recaer ninguna obligación jurídica ni económica. Lo que sí reconoce es el derecho del individuo gestado de esa manera a conocer los antecedentes médicos de los donantes.
—¿Por qué es importante contar con este dato?
—Hay dos respuestas: el valor que se le da al derecho más importante que tenemos como seres humanos que es el de la identidad, es indudable y creo, en lo particular, que hay que respetar ese derecho a que una persona pueda conocer quién es, con una salvedad muy importante. Dada la experiencia, uno entiende que cuando los individuos conocemos nuestra historia desde el principio se genera mucha menor cantidad de dudas. Por lo cual, si los padres que han decidido tener un hijo por intermedio de las técnicas de reproducción asistida por gametos donados le relata a ese hijo o hija de qué manera fue concebido, los interrogantes futuros van a ser menores. Diferente es enterarse de que se habría utilizado una técnica a una edad en la cual la conciencia de quién es uno empezó a hacerse preguntas. La importancia principal es preservar el derecho a la identidad del individuo.
La segunda importancia es a nivel médico: conocer nuestros antecedentes familiares siempre nos ayuda a personalizar más el cuidado de nuestra salud. En eso no hay duda: sabemos que los genes predisponen y el medio ambiente dispone. Entonces, conocer esa información es muy importante.
Mi postura es que se necesita hacer un cambio: hoy, en los centros (de reproducción humana asistida) tenemos los datos de los donantes pero las parejas desconocen quiénes les donan y los donantes desconocen a quiénes donan. Entonces ahí hay un doble ciego. Creo que hay que salir de eso y llegar a una instancia en que ciertos datos se compartan. Ese es el planteo que hago en la jornada.
Grupos de buscadores y buscadoras anuncian un banderazo para este sábado al mediodía frente al Congreso de la Nación. Las batitas, símbolo de búsqueda de identidad, estarán presentes en una intervención cuyo objetivo es visibilizar el reclamo por una ley nacional de identidad de origen. En los hechos, hay proyectos presentados en las cámaras de Diputados y de Senadores pero “no se movieron de comisiones” explica la rosarina Claudia Raimondo, de Hermanados por la Búsqueda. “Tememos que todo lo que se hizo hasta el momento a nivel nacional se pierda”, explicó a este diario, en alusión a la pérdida de estado parlamentario que tendrían las iniciativas ingresadas, en la Cámara Baja, por Héctor “Toty” Flores y, en la Cámara Alta, por Olga Brizuela y Doria.
La concentración será este sábado a las 10.30 en el bar porteño de Entre Ríos al 110 para ubicarse luego en la plaza del Congreso, sobre Entre Ríos, entre Yrigoyen y Rivadavia. Participarán madres que buscan a sus hijos separados al nacer.
La agenda continúa el 27 de julio, a las 11, con una muestra fotográfica por la Identidad de origen e intervención urbana a cargo de Hijos de buscadores, en Güemes 2484 (Rosario); el 2 y 3 de agosto con la reunión nacional de buscadores en la ciudad de Mendoza y el 10 de agosto al mediodía con un nuevo banderazo en Plaza de Mayo.
Para más información, se puede acudir a la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia: Mendoza 3443, línea gratuita 0800-5553348, e-mail: [email protected] (en Santa Fe), o Balcarce 1145, línea gratuita 0800-555334, e-mail: [email protected] (en Rosario).
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Es importante hacer una lectura de género sobre el tema de la búsqueda: se trata de una mujer que se vio obligada a entregar a su hijo porque no pudo hacerse cargo o tuvo algún tipo de presión externa”. Franco Massaccesi. Coordinador del área de Identidad y Búsqueda de Origen.
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos es el ámbito de aplicación de una ley que involucra un fuerte compromiso de las áreas de Salud y del Registro Civil en la tarea de proporcionar documentación y registros que permitan esclarecer estas búsquedas.
“En Canadá y en Gran Bretaña hay muchas presentaciones respecto de gente que fue concebida con técnicas de reproducción asistida y quiere saber su origen. La pregunta es qué respuesta vamos a tener para quienes planteen este tema”.