Cinco minutos de terror en un negocio de deportes

“Cuando te pasa algo así el tiempo es eterno... pero fueron cinco minutos donde no supimos si nos mataban a todos”, dice con resignación Alejandro, el encargado de Von Der Thusen Deportes, al recordar lo que pasó en su negocio.

Todo ocurrió al cierre del horario de comercio, minutos antes de las 20, cuando dos muchachos (de entre 20 a 25 años) que estaban armados y a cara descubierta, irrumpieron en el local ubicado en Avda. Freyre 2700.

La aparición de los delincuentes tomó por sorpresa tanto a los empleados como a varios clientes que en ese momento se encontraban en el lugar.

“Los tipos se mostraron sumamente violentos, aunque no se notó que estuviesen drogados ni bajo efectos de alguna sustancia”, reveló Alejandro.

Trato brutal

Sin motivo alguno comenzaron a hostigar a la cajera, a quien la agarraron de los pelos y la tiraron al suelo.

El mismo trato despiadado recibió un cerrajero que se encontraba realizando una reparación. “Ese hombre también la pasó muy mal. Le pegaron un culatazo en la cabeza y lo revolcaron por el suelo”, agregó.

No se salvaron de las agresiones una familia que estaba con dos niños. “A ellos también los apuntaron con sus armas y los obligaron a tirarse al suelo”.

“A cada rato nos gritaban que ‘nadie se haga el héroe’ y que ‘nadie se mueva’ porque los vamos a ‘quemar a todos’, precisó el encargado.

Una vez que tomaron el control del lugar los malvivientes sustrajeron el dinero que había en la caja. También se llevaron gran cantidad de artículos que estaban a la venta (en su mayoría camisetas de fútbol).

A su botín sumaron también las pertenencias de sus víctimas, tales como teléfonos celulares y billeteras.
Finalmente decidieron retirarse del lugar no sin antes reiterar las amenazas hacia sus víctimas.

“Salieron a la calle como si nada y escaparon a bordo de una moto nueva, que estaba impecable y, obviamente, sin patente”, señaló el comerciante.

Zona liberada

En otra parte el encargado reveló las complicaciones que sufren vecinos y comerciantes de la zona, a raíz de las obras de remodelación que se están llevando a cabo sobre avenida Freyre.

“Acá por ejemplo ya está cortado el tránsito. Esto implica, entre otras cosas, que los patrulleros no puedan pasar. Demás está señalar que hay mala iluminación y durante la noche esto es una ‘boca de lobo’.

“A veces cuando está terminando la tarde cerramos la puerta con llave y atendemos solo a clientes conocidos. Pero no se puede trabajar así. Lo que hay que hacer es planificar mejor para que nadie quede desprotegido”.

“Ahora el dueño está viendo qué medidas tomar para mejorar la seguridad. Quizás se ponga alguna custodia. Lo cierto es que todo esto te causa mucha preocupación. Todos estamos conmovidos. La cajera aún está en shock y hoy el momento le está pasando factura. Tiene dolores en todo el cuerpo”, cerró.