El Gobierno chileno estudia presentar una denuncia ante el Consejo de Defensa del Estado (CDE) para que este organismo interponga una demanda de reparación por daño contra el grupo CAP como responsable del derrame de 40.000 litros de diésel en aguas de la Patagonia el pasado sábado, según han informado fuentes del Ejecutivo de Sebastián Piñera.
Tenés que leer"Estado de emergencia" por un nuevo derrame de petróleo de YPFEl intendente de Magallanes, José Fernández, y el representante del Ministerio de Medio Ambiente en la región, Eduardo Schiappacasse, ya viajan a la zona para comprobar en terreno los daños y las faenas de limpieza de la isla Guarello, 250 kilómetros al noroeste de Puerto Natales. También para iniciar las primeras indagaciones sobre las causas del vertido —que todavía no se han sido clarificadas—, las autoridades verificarán si fueron 40.000 los litros del combustible que cayeron al océano —como ha trascendido en primera instancia— y si efectivamente se han logrado recuperar 15.000 litros de agua contaminada, en una zona de particular importancia para la comunidad Kawésqar, una cultura indígena milenaria.
En función de información que recaben las autoridades en terreno, el Gobierno chileno decidirá si denuncia al principal grupo minero siderúrgico del país ante su Consejo de Defensa del Estado para depurar responsabilidades. La Armada inició este fin de semana una investigación sumaria administrativa marítima para indagar las causas del derrame. Mientras, la Superintendencia de Medio Ambiente —un servicio público descentralizado, pero estrechamente vigilado por el Ejecutivo– ayudará a investigar los hechos, pero no tiene atribuciones para castigar proyectos antiguos que no cuentan con resolución de impacto ambiental, como sucede con esta instalación del grupo CAP en la Patagonia. El Gobierno ha llevado recientemente al Congreso un proyecto de ley que corrige este vacío legal y que entrega atribuciones a la Superintendencia de Medio Ambiente para prevenir daños ambientales, priorizar su reparación y sancionar con mayor dureza este tipo de incidentes.
Hasta ahora, las primeras informaciones apuntan a que se trató de un error humano por parte de un operario de la minera. “Un funcionario dejó abierta una llave para llenar un estanque de petróleo y se rebasó”, indicó el intendente de Magallanes antes de su viaje a la zona, un lugar de extracción pesquera donde solo se puede llegar por vía marítima.
Aún no se ha podido corroborar el daño a la flora y fauna, aunque la organización ambientalista Greenpeace alertó sobre las “devastadoras” consecuencias. “Es una situación extremadamente grave pensando en lo prístinas de las aguas en que se ha producido esta emergencia medioambiental”, señaló el fin de semana Matías Asun, director de la ONG a escala nacional. “Hay que pensar que la zona es en extremo de difícil acceso y que es un área de gran riqueza de mamíferos marinos, como ballenas y delfines, los que podrían verse seriamente afectados en su hábitat debido al desarrollo de actividades mineras en lugares extremadamente delicados en sus equilibrios ambientales”.
La Armada trabaja en labores de limpieza, con la barcaza Elicura y el patrullero Marinero Fuentealba. La misma empresa informó de que “se activaron los protocolos establecidos para este tipo de incidentes operacionales”, incluyendo medidas de control y mitigación.
La isla Guarello es parte del territorio ancestral de la comunidad indígena Kawésqar. Sus representantes del poblado de Puerto Edén detallaron las características de la zona contaminada: “El archipiélago Madre de Dios, del que forma parte Guarello, es lugar de nacimiento de nuestros ancianos y en ella se ubican sitios de gran significación para nuestra comunidad de canoeros, para quien el mar y sus recursos son constitutivos de su cultura. En él se encuentran pinturas rupestres de nuestros antepasados, de alta significación cultural y arqueológica”, dijeron este fin de semana. La zona es, además, lugar de tránsito de grandes cetáceos y hogar de colonias de lobos y aves marinas.
Junto con hacer un llamamiento a la mayor transparencia en la investigación y persecución de las responsabilidades, los representantes de comunidad indígena Kawésqar de Puerto Edén apuntaron a la responsabilidad de los últimos Ejecutivos chilenos: “El derrame de petróleo en Guarello muestra la necesidad de que se dispongan instrumentos específicos para la realización de actividades que contienen riesgos intrínsecos en áreas del archipiélago patagónico”. “Hemos reclamado que se arbitren esos instrumentos desde hace años, sin que los Gobiernos de todo signo hayan sido capaces de disponer de su voluntad política para ello”, indican en su comunicado, donde agregan que las consecuencias de la contaminación son “aún impredecibles”.
Con información de El País