Mujer, joven, feminista y anticapitalista. Son los términos que elige Manuela Castañeira para definirse, y establecer un perfil único y diferenciado entre los precandidatos a presidente de la Nación. La singularidad se acrecienta si se añade que además es entrerriana - “nacida y criada” en Paraná-, asidua visitante de nuestra ciudad con motivo de su desempeño en el hockey femenino - “jugué el torneo Dos Orillas”- y, durante un tiempo, como estudiante de Derecho en la UNL. Después, se trasladaría a Buenos Aires para estudiar Sociología, y pasaría a revistar en el Nuevo MAS, desde donde hoy, a los 34 años, presenta por segunda vez su candidatura presidencial. Y lo hace en el marco -o mejor dicho, por afuera- de una unidad de la izquierda que no se pudo completar, porque cuando le propuso a Nicolás del Caño competir en las Paso “me clavó el visto”, cuenta. La acompaña como vice el docente cordobés y ex delegado de la metalúrgica Somisa, Eduardo Mulhall, con lo que la fórmula también se tiñe de otra de las marcas distintivas que ella reivindica: la mirada “del interior”.
“Para mí ésto de ser del interior, del Litoral, es una impronta personal. Es la manera de relacionarse con las personas, con el mundo. Y también llevar un poco de eso a la política. Yo no me siento una política tradicional, vivo de mi salario (como trabajadora no docente en la Universidad de San Martín). A mí me gustó mucho mudarme, y ahora en la campaña volver a mi zona, para traer un discurso desde la izquierda, desde el feminismo, desde el anti-capitalismo, para resolver problemas que yo ya veía cuando estaba en mi provincia. Y poder aportar desde ese lugar” -completa, en diálogo con este diario.
-¿Cómo fue ese proceso? Desembocar en la izquierda, para ahora acometer una candidatura presidencial.
- Todo un desafío, pero con mucha alegría lo estoy llevando adelante. A mí me impactó mucho en 2007 el asesinato del docente neuquino Carlos Fuentealba, que era militante del Nuevo MAS, había sido obrero de la construcción, terminó como docente y lo asesinaron por la defensa de los derechos salariales y a mí eso me partió la cabeza. Me hizo darme cuenta de que no podía pasar por el mundo sin luchar contra la injusticia y sin organizarme para eso. Para mí fue un hito muy importante, y ahí fue cuando decidí sumarme al Nuevo MAS. Y también por esa fecha me acerqué al feminismo. Porque cuando me mudé y empecé a estudiar, entré en contacto con lo que son las muertes por aborto clandestino. Lo que les pasa a las mujeres, el encarcelamiento, y me impactó mucho el caso de Ana María Acevedo, de acá de Santa Fe. Y este tema es hoy uno de los grandes ejes de la campaña electoral.
-Tu candidatura representa la fuerte presencia de las mujeres y de la temática feminista en el escenario público, pero a la vez va a contramano, porque sos la única candidata a presidente.
-Sí, esto en cuanto al Nuevo MAS habla muy bien de nosotros, y muy mal del resto. Me parece que ese hecho representa que el resto de las candidaturas muestran hoy un giro conservador y a la derecha. Argentina es el país de la marea verde, del ‘ni una menos’, de una nueva generación que ingresa a la política vinculada a la temática de la legalización del aborto. No sólo las mujeres, sino la juventud en general ha ingresado a la política por este tema y quiere participar. Y entonces vemos a los partidos tradicionales de espaldas a este fenómeno, con candidatos varones y muy pocas mujeres encabezando listas. Para nosotros ésto significa tener un punto de apoyo en un fenómeno dinámico, en lo que significan las mujeres hoy en Argentina, que para mí somos sinónimo de fuerza, de lucha, de auto-organización, de participación, de autofinanciamiento, que es lo que hicimos en las vigilias. Ahí no hubo iglesias, no hubo empresas. Y con esa fuerza llevar adelante un programa alternativo para salir de esta crisis.
-¿Cuáles son los principales ejes de ese programa?
-Yo veo que lo único que dice Macri para salir de la crisis es profundizarla, con una versión de capitalismo neoliberal, contrarreforma laboral y contrarreforma previsional. Y de Fernández me parecen una vergüenza sus recientes declaraciones sobre la necesidad de una devaluación, cuando se sabe lo que es éso: más inflación, un ajuste directo contra los trabajadores. Supuestamente la de Fernández era la versión estatista del capitalismo, pero lo que está diciendo para la campaña es más ajuste. Entonces, qué decimos nosotros: que hay que salir de la crisis protegiendo los derechos de los trabajadores y las trabajadoras. Y desde ese punto de vista es muy sencillo el programa, en cuanto a la determinación de cuáles son las medidas que hay que tomar: la reincorporación de todos los despedidos durante el macrismo, tanto del sector público como el privado; la eliminación del impuesto al salario; la eliminación del IVA. Que los fondos salgan de los grandes capitales: del campo, de las finanzas, de la industria y del no pago de la deuda externa. Es una revolución en la política y en la economía.
-¿Ves espacio para esta propuesta aquí en Santa Fe?
-Hemos tenido una gran recepción en la zona. Porque hay muchos simpatizantes del Partido Socialista en la provincia que están realmente defraudados, y que no quieren elegir una opción de Lavagna y Urtubey, que es conservador y vinculado a la Iglesia, y que están buscando alguien que represente sus valores, sus sensibilidades. A ellos y ellas -elles- también les hablamos y les acercamos nuestras propuestas. Y acá estamos, pidiendo el acompañamiento para el 11 de agosto, porque todos somos precandidatos hoy -y precandidata- y se necesita el 1,5 % para acceder a las generales; que parece poco pero son 400 mil votos en todo el país. Y bueno, esta joven del Litoral, feminista, anticapitalista, pide el acompañamiento para tener un lugar en el debate presidencial -que además se va a realizar en esta ciudad, en ésa universidad por la que pasé. A mí me parece importante que haya una mujer en ese debate, que traiga esta voz de las mujeres, de una política alternativa y de renovación. Entonces, pedimos que nos acompañen.
-¿Por qué no se completó la unidad de la izquierda?
-Yo le propuse a Nicolás del Caño que hagamos una Paso, con una proporcionalidad y después tener una lista común para octubre. Pero me clavó el visto. No me contestó. Creo que no le dio importancia a nuestra propuesta. Nosotros decíamos que la izquierda tenía que tener una candidata mujer, el país de la marea verde, de Ni una menos. Bueno, a él no le pareció importante. Y bueno, también tiene que ver con que están pasando un mal momento, con la expulsión de su fundador, que es Jorge Altamira. Para nosotros esas prácticas no van, en la izquierda no hay que expulsar, hay que sumar, no dividir.