El impacto electoral golpeó duro a la situación económica del país y Santa Fe no quedó al margen de este problema que abre la herida poco a poco. Los más perjudicados en tiempos de crisis, y no es una novedad, son las familias de los sectores populares que dependen muchas veces de organizaciones sociales o religiosas para sobrevivir.
Ante este panorama y con la incertidumbre de qué va a suceder con el precio de la leche y el pan, alimentos de primera necesidad, El Litoral consultó cómo sobrellevan la situación algunos comedores y merenderos de la ciudad. “Tenemos un merendero de lunes a viernes y le damos la leche a 50 chicos y los sábados le damos la cena a más de 400 personas. El número siempre fue progresivo y el problema que tenemos es que los chicos que vienen al merendero llegan con la mamá y el papá y ellos también piden la leche, nosotros no los tenemos contados y lamentablemente uno tiene que elegir cruelmente por los chicos y le tenemos que decir a los padres que no podemos darles”, comentó Carlos Verón, uno de los voluntarios y propulsor del grupo de Madres Voluntarias de Santa Rosa de Lima, que funciona en el barrio populoso del oeste de la ciudad hace casi cuatro años.
Estirar hasta que se pueda
“Duele en el alma decirles que no podes darle de comer, porque la gente viene con hambre. Y los chicos muchas veces comen sólo una vez al día, vienen atrasados de alimentación. Ya lo hablamos con las Madres y pensamos que en cualquier momento esto va a reventar, esto ya no va a dar para más y vamos a tener que elegir el merendero de lunes a viernes o el comedor de los sábados, es una u otra porque todo no se puede sostener”, se lamentó Verón.
Las personas que asisten a la copa de leche son, además del barrio Santa Rosa de Lima, de Villa Oculta, San Lorenzo y 12 de octubre. Para cumplir con la ayuda día a día, el voluntario destacó que funcionan gracias a donaciones y a una partida de Provincia que les da alimentos secos. “Tenemos una cantidad de leche que antes era para un mes y ahora alcanza para 20 días. Por eso muchas veces nos salva la gente con donaciones, a pesar de que se redujeron bastante”, detalló Carlos e informó que las personas interesadas en acercar alimentos, ropa, juguetes y demás donaciones, pueden hacerlas llegar a calle Padre Quiroga 2417 o ponerse en contacto al celular 342-5009777.
“Por suerte nunca hemos dejado de dar. Lo que estamos haciendo es limitar y ayudar a la gente más necesitada y no anotamos más familias”, señaló María del Carmen Menna, directora de la parroquia La Merced, y sostuvo: “Es triste lo que estamos pasando, porque cuando más demanda hay uno tiene que restringir”. En esta parroquia ayudan con bolsones de alimentos a alrededor de 120 personas, de familias carenciadas de la ciudad. Además le dan de comer a más de 20 personas que están en situación de calle.
“Al momento no tuve problemas porque tengo la tarjeta institucional que nos da el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, con eso pude hacer bastante stock para la copa de leche que está destinada a 100 niños entre 2 y 12 años. Por el momento ‘zafé’ del aumento de ahora, así que por ahora tengo reservas. Cuando se haga la próxima compra hay que ver”, comentó Omar Garello, párroco de la parroquia San José Obrero del Barrio Chalet.
La copa de leche que brinda esta iglesia permite que los chicos se lleven su merienda para que coman en sus hogares junto a su familia. “La semana pasada le dimos a cada familia la copa de leche, correspondiente a los niños que hay en cada familia, y un refuerzo de mercadería”, mencionó el párroco y valoró que la partida que reciben del gobierno provincial se viene actualizando y funciona de forma ágil como una tarjeta de débito.
A su vez, Garello valoró la labor de las demás instituciones que trabajan al servicio de los más necesitados del sur de la capital provincial, como la vecinal de Chalet que tiene un comedor, la vecinal de barrio San Lorenzo que cuenta con un merendero. “Necesitamos las instituciones intermedias de la sociedad. Estamos todos comprometidos, tanto las iglesias como las vecinales”, resaltó el párroco.