Pablo Rodríguez
Pablo Rodríguez
Este martes en el mítico estadio Luna Park, la santafesina Andrea Fernández Acerbi, bailará por segunda vez en la final del Mundial de TangoBA, que tendrá lugar en la Capital Federal. Lo hará junto a otras 40 parejas, de diferentes partes del planeta. La artista, oriunda de Venado Tuerto (departamento General López), estará acompañada por el tucumano Julio Maidán.
A horas de su participación, Fernández Acerbi dialogó con El Litoral desde su casa en Buenos Aires, donde reside desde hace cinco años. Para llegar a donde está hoy, a sus 55 años, dejó toda una vida atrás, incluso cerró una reconocida cadena local de alquiler de películas para entregarse al ritmo del 2 x 4.
“Estoy afónica, por el estrés. Encerrada por el frio y para cuidar el cuerpo de los golpes. Nada de ir a las milongas. Me tengo que cuidar y estar tranquila en casa. Cuidando los pies, entrando en calor y fortaleciendo. Sin estar en las redes sociales o en contacto con la gente”, contó.
La bailarina, que además fue campeona de la Ciudad de Buenos Aires en el 2017 y 2019, remarcó que este certamen convoca cada vez a una mayor cantidad de participantes. Este año hubo más de 600 inscriptos, que se lucieron para llegar a la última instancia.
“Eso es un gran logro. Es un premio estar entre las mejores 40 parejas del mundo”, explicó. Luego, destacó que habrá otros santafesinos presentes, de Rufino, Carcaraña, Montes de Oca y Rosario.
Hace casi dos décadas que está metida con el tango. Empezó a los cinco, bailando clásico y español. Cuando este martes se suba al escenario del histórico Luna Park, lo hará por segunda vez en su vida. Y no está mal. Es un premio a su entrega total. Tuvo un sueño de adolescente, lo persiguió y lo alcanzó. “Me di cuenta que tarde o temprano la vida te da una posibilidad”, cuenta.
Recordando su anterior paso por el estadio, dice que fue “intenso” y que el escenario es “fuerte”: “Sentís que te come, las gradas, la gente. Es gigante, invade. Pero a la vez es emocionante, las luces, la euforia, Fernando Bravo que te presente. Nos ve el mundo entero. Es una gran vidriera”, asegura.
Flor de una ilusión
Más allá de los festivales, hoy se la puede encontrar dando clases da clases todos los sábados en el Centro Cultural Borges y en la Academia Nacional del Tango. Para septiembre, tiene varias presentaciones programadas, una milonga grande en Teodelina, Capital y en octubre el festival con campeonato incluido en Venado Tuerto.
“A nivel competencia estoy muy satisfecha. Quería ser campeona de baile de la ciudad. Fui subcampeona y campeona. Tengo que estar satisfecha. Pero creo que no voy a competir más”, admite.
Finalmente, reconoce que le encantaría un podio en el mundial, pero que lo logrado es “súper bueno”. Y que anhela empezar a viajar a Europa por lo menos una vez al año para trabajar con el tango: “Tengo que darle valor a lo que logré, porque la ambición lleva a empañar todo. Ser dos veces finalista de un mundial y bailar en el Luna Park es un gran currículum”.
La transmisión de la final de este martes, comienza a las 18:45. Se podrá seguir en vivo ingresando acá: https://www.buenosaires.gob.ar/canaldelaciudad