Pablo Cococcioni, a cargo de la coordinación de Gabinete y Articulación con el Poder Judicial del Ministerio de Seguridad, respondió este lunes al hábeas corpus interpuesto por el Defensor Regional, Leandro Miró, en una audiencia celebrada en los tribunales locales y que estuvo a cargo del juez Nicolás Falkenberg. El procedimiento se solicitó a raíz de las restricciones, consideradas “arbitrarias” impuestas a quienes intentaron ingresar al Instituto Correccional Modelo U1, conocido como cárcel de Coronda.
Si bien el juez consideró “abstracta” la discusión planteada por la Defensa Pública, a cargo del Dr. Alejandro Bustamante, la reunión sirvió para que las autoridades provinciales informaran de las circunstancias ocurridas en las últimas semanas y los cambios que se producirán de aquí en más, en materia de visitas en el ámbito carcelario.
“El responsable del Servicio Penitenciario aseguró que esta medida no se reiterará”, cerró el juez Falkenberg, quien determinó que “no corresponde analizar en un hábeas corpus hechos ya ocurridos”. No obstante, consignó en su resolución “requerir al Servicio Penitenciario que remita copia de la resolución que ordene ingresos programados (se sugiere rotación) y se informe cómo se desarrolla la visita el próximo fin de semana”.
El planteo del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (Sppdp) se debió a que el último fin de semana se produjeron cambios en el ingreso de las visitas, a raíz de un conflicto desatado principalmente en el sur provincial con la denominada “mafia de los números”, que terminó con disparos en las inmediaciones del instituto carcelario de Piñero y con siete personas detenidas hasta el momento.
Para el defensor Bustamante, “lo que se está haciendo es un atropello”, ya que “tanto los visitantes como los presos son sujetos amparados por la ley, y tienen derecho a recibir información clara sobre cómo poder ingresar a la cárcel para visitar a sus seres queridos”. Este fin de semana “había demasiada presencia policial, que sumada a la imposibilidad de ingresar ocasionó un malestar general y momentos de mucha tensión” en los alrededores del presidio. “No es un dato menor que este fin de semana (por el 24 y 25 de agosto) se celebrara el Día del Niño en el penal, por lo que había más menores que de costumbre”, alegó.
Por ese motivo, el representante de presos y sus familias solicitó que “se lleve a cabo una mesa de diálogo y que se tenga en cuenta a las personas que visitan, que muchas veces viajan desde lejos, y entre ellos hay ancianos, niños o discapacitados”.
En respuesta al planteo defensivo, el ex director del Servicio Penitenciario provincial, Cococcioni, recordó que “desde hace años que el ingreso (a las cárceles) es por orden de llegada”. Y que “los únicos números que se entregan, son los que utiliza ilícitamente un grupo de particulares en diferentes penales de la provincia”, en referencia a la denominada “mafia de los números” que trascendió la semana pasada. En tan sentido dijo que “en Rosario ya hay 7 detenidos por lo ocurrido en la cárcel de Piñero”, cuando dos “cobradores” de números terminaron a los tiros delante de la visita.
Sobre el mecanismo orquestado en las afueras de las cárceles, Cococcioni relató que “un grupo de personas amedrenta a quienes ocupan los primeros lugares de la fila. Se venden números para entrar y el que no paga debe esperar. El Servicio Penitenciario no lo puede permitir, por más que pase afuera de la cárcel, no es ajeno a esto”.
En tal sentido, el funcionario informó que “tomamos medidas para desalentar estas prácticas, como la selección aleatoria de quienes pueden entrar. “Permitimos el mecanismo de ingreso aleatorio para romper con el negocio. Por lo menos hay que quitar la previsibilidad”, destacó. Además, sostuvo que “seria una extralimitación de la judicatura (el juez) dictaminar a favor del hábeas corpus, por el conflicto en la división de poderes” y adelantó que para mejorar las condiciones de ingreso a los penales “sancionaremos una resolución para subdividir los días de visita”.