Un nuevo tribunal de segunda instancia deberá evaluar si la pena impuesta por el asesinato de Gabriel Chialva, ocurrido en febrero de 2016 en el barrio Barranquitas Oeste, es la correcta o acaso debe modificarse. Cristian Sebastián Ruiz fue condenado el año pasado a 15 años de cárcel, en un juicio oral y público al que el imputado asistió en libertad. En marzo último, la Cámara de Apelación Penal confirmó el fallo y agravó la sanción, elevándola a 20 años. La defensa volvió a apelar cuestionando el monto de la pena y este lunes, las partes fueron convocadas a una segunda audiencia.
“El propósito de la audiencia era responder a un recurso que presentó el abogado defensor de Ruiz”, explicó Luis Chialva, padre de la víctima y querellante en la causa. A raíz de ello, “la Justicia dispuso conformar un nuevo tribunal para revisar, no la sentencia en sí, sino el monto de la pena”, destacó.
La convocatoria para este lunes estuvo a cargo de los jueces de Cámara, Bruno Netri -presidente-, Alejandro Tizón y Enrique Álvarez, quienes tras escuchar a las partes pasaron a deliberar y darán a conocer su dictamen dentro del plazo legal.
“Una tortura para la familia”
La tarde del 9 de febrero de 2016, Gabriel Ignacio Chialva, de entonces 23 años, fue asesinado dentro de su casa de calle Bolivia, a metros de la avenida Presidente Perón, en el barrio Barranquitas Oeste. Recibió tres impactos de 9 mm, dos de los cuales fueron a dar en su cabeza y el tercero en el tórax. El ataque fue artero y por la espalda. El agresor atacó sobre seguro, porque había sido el propio Chialva quien fue con su auto a buscar a su asesino para “arreglar” un préstamo que le había hecho y por el cual a cambio la víctima se había quedado con una moto.
Tenés que leerCondenaron al acusado de asesinar a Gabriel ChialvaDesde ese entonces los Chialva atraviesan lo que su padre define hoy como “una tortura para la familia”, de “tantos vericuetos legales”, agravado por la situación de que el autor del crimen no atravesó el proceso tras las rejas, y pudo ser encarcelado cuando por obra de la casualidad, quedó detenido por el robo a una distribuidora en mayo último.
El juicio finalizó el 30 de octubre de 2018 con un fallo dividido, en el que los jueces Jorge Patrizi y Eduardo Pocoví lo declararon culpable, con la disidencia de la jueza Susana Luna. Entonces Ruiz fue condenado por el delito de “homicidio calificado por el empleo de arma de fuego” por el que le dieron 15 años de cárcel, cuando fiscalía y querella habían solicitado 28, es decir, casi el doble. En ese fallo, los jueces no hicieron lugar al dictado de la prisión preventiva para el acusado, hasta tanto la sentencie quede firme.
La defensa, a cargo del abogado Néstor Darío Pereyra, apeló por considerar que su pupilo era inocente y por ende debía ser absuelto. En tanto los fiscales Jorge Nessier y Cristina Ferraro y la querellante Nerea Chialva -abogada hermana de la víctima-, cuestionaron la gran discordancia existente entre la pena impuesta y la solicitada, así como la decisión de no encarcelar inmediatamente a Ruiz.
La apelación se realizó el 14 de febrero de 2019 y el tribunal de alzada estuvo presidido por el juez Fabio Mudry, junto a los vocales Oscar Burtnik y Jorge Andrés. Allí las partes repitieron sus agravios y los acusadores insistieron con que a la hora de juzgar, el tribunal de primera instancia no tuvo en cuenta “la relación previa de confianza” existente entre víctima y victimario y “el daño que causó Ruiz” a toda una familia. Como resultado, el 27 de marzo de 2019 el tribunal notificó su decisión de sostener los cargos, elevar la pena en 20 años y ordenar la inmediata detención de Ruiz, quien se mantuvo prófugo durante casi dos meses, hasta que lo detuvieron el 14 de mayo, por el robo a una distribuidora de la zona norte.