El reconocido jugador Paulo Rosales, se sumó oficialmente al plantel profesional del Club Atlético Elortondo y ya se prepara para lo que será su debut de local este domingo por la fecha 28 de la Liga Venadense. El “Pichi”, como se lo conoce en el ambiente futbolístico, se calzó la azulgrana el pasado fin de semana frente a Studebaker en Villa Cañás y ahora le tocará enfrentar a otro de los animadores del torneo: Juventud Unida de Santa Isabel.
Su llegada al sur santafesino, se da luego de la partida del goleador Luciano Topazio a la Primera C del Fútbol Argentino, en julio pasado. En ese entonces, la dirigencia sumó también a Carlos Javier López y ambos ya se encuentran trabajando bajo las órdenes de Hernán Ferri.
A sus 35 años, Rosales cuenta con una larga trayectoria nacional e internacional. En nuestra provincia, es recordado por haber vestido las camisetas de Unión de Santa Fe y de Newell’s Old Boys de Rosario. También pasó por Talleres e Instituto de Córdoba; Independiente; Olimpo; Olympiakos Volou (Grecia); Bahía (Brasil); Unión La Calera y Santiago Wanders, ambos de Chile; y el último, Oriente Petrolero (Bolivia).
El experimentado jugador, charló con este medio y dijo que a su regreso de Bolivia, le costó conseguir un club donde trabajar y que su idea por el momento es jugar profesionalmente al menos por dos años más. “Me salió la posibilidad de ir Atlético por un amigo en Santa Fe, Bruno Pettinari. Después me habló Rafa Maceratesi y acá estoy. Desde hace un mes entrenando con mis nuevos compañeros, contento con la posibilidad que me dieron”, sostuvo.
Rosales, aseguró haber tomado con muchas ganas este nuevo proyecto, “con responsabilidad y seriedad como lo hice en todos lados donde me tocó jugar”, y se mostró muy conforme con la bienvenida en Elortondo: “La gente es muy respetuosa. Me hicieron sentir uno más desde el momento que llegué. Estoy muy cómodo”, admitió.
Por ahora y en los minutos que pudo estar en el campo de juego, remarcó que el pedido del DT fue puntual: que haga lo que hizo siempre dentro de una cancha. En este caso, asociarse todo lo posible con el potente delantero, Gabriel Giacopetti, que es el hombre más adelantado en el esquema táctico actual.
“Siempre estuve en esa posición, de enganche o media punta. También lo hice de doble cinco”, explicó acerca de su papel dentro del once de Atlético. “Uno siempre quiere jugar. Pero a la cancha solo entran 11. Veremos con me ve el técnico. Ojalá sea para los 90 minutos”, admitió.
Paulo está concentrado en responder físicamente y “rendir al ciento por ciento para los partidos que quedan”. Y es que en su mente, ya está la fase de play off, donde se cruzarán los mejores del torneo: “Es una liga difícil. Hay muy buenos jugadores. Va a ser muy duro seguramente cuando empiecen los cruces”, agregó.
El “Pichi”, recordó su paso por dos clubes de primera santafesinos: “Newells y Unión son dos instituciones que me marcaron, y las que más quiero”, ponderó. Y es que la “Lepra”, lo recibió cuando llegó desde su Cosquín natal y lo hizo debutar en Primera allá por el 2002 y donde permaneció hasta el 2005.
Luego arribó al “Tate”, donde jugó hasta el 2007. Pero no terminaría ahí su amor con los santafesinos: volvió en el 2008, luego de una temporada en Talleres; y del 2009 al 2012, previo a recalar en Grecia. De hecho, en el “Tatengue”, algunos lo recuerdan como el “último 10”.
Es más: hace poco se cumplieron ocho años del triunfo de Unión por 2 -0 ante Colón en el Brigadier López. Aquel 28 de agosto de 2011, en su retorno a la elite del fútbol argentino, Rosales marcó uno de los tantos para la victoria. El otro, fue de Fausto Montero. Habían pasado ocho años de la última vez que se había jugado un clásico.
El Litoral | Pablo Rodríguez