Juan Carlos Castro fue bestialmente asesinado a mediados de este año en el extremo sur del país, más precisamente en Caleta Olivia, localidad de la provincia de Santa Cruz.
Se trata de un sujeto de 37 años que está acusado de ayudar a enterrar el cuerpo de un hombre brutalmente asesinado por una pareja.
Juan Carlos Castro fue bestialmente asesinado a mediados de este año en el extremo sur del país, más precisamente en Caleta Olivia, localidad de la provincia de Santa Cruz.
Fue visto con vida por última vez durante la noche del jueves 25 de julio, cuando salió de un boliche acompañado de una mujer y un hombre. Los tres se fueron en su Renault Clio.
Con el correr de las horas, familiares y allegados preocupados por su ausencia promovieron una búsqueda que culminó el martes de la semana siguiente, en la zona rural. Los investigadores primero encontraron el auto abandonado. Le habían arrancado una parte del tapizado y evidentemente alguien había tratado de incendiarlo.
Poco después, muy cerca de allí, llamó la atención de los uniformados un lugar con tierra recientemente removida. No cavaron mucho antes de encontrar el cadáver maltrecho de Castro.
El resultado de la autopsia fue estremecedor. Los asesinos lo habían golpeado de manera salvaje en distintas partes del cuerpo, con puños y posiblemente con alguna piedra. También lo apuñalaron repetidamente en la espalda. Finalmente, hicieron un lazo con un cordón, se lo pusieron alrededor del cuello y apretaron hasta asfixiarlo.
La policía detuvo entonces a la pareja que había salido con la víctima del boliche. Ambos despertaron las sospechas cuando entraron en contradicciones al dar su versión de los hechos.
Además, luego de la desaparición de Castro, una cámara de vigilancia habría registrado cómo ambos lavaban el automóvil de la víctima.
Los investigadores habrían llegado a la conclusión de que, luego de cometer el crimen, la pareja cargó el cuerpo en el Clío y lo llevaron hasta el lugar del hallazgo. Para el entierro, le pidieron ayuda a un amigo de ambos, un hombre de 37 años oriundo de Santo Tomé pero se había mudado allá. Luego del homicidio, este individuo desapareció de todos los lugares que frecuentaba.
Fue así que las autoridades de Santa Cruz solicitaron la colaboración de las de nuestra provincia.
Este jueves, a primera hora , un equipo táctico de la Compañía Tropa de Operaciones Especiales (TOE) sorprendió al sospechoso cuando caminaba por calle Alvear al 2900 de la ciudad vecina a la capital provincial. Recientemente había conseguido empleo y había salido de la casa que habitaba para dirigirse a su lugar de trabajo.
En los próximos días, seguramente será extraditado a la provincia sureña.
El Litoral