Diego Rinaldi es actor, profesor, director y gestor cultural. Santafesino, desde hace varios años está radicado en Buenos Aires, donde trabajó junto a figuras como Norma Pons, Claudia Lapacó y José María Muscari. Este fin de semana brindará un seminario en La 3068.
Gentileza Diego Rinaldi En forma paralela a su carrera como actor y director, Rinaldi dicta clases de actuación y producción en diferentes instituciones.
Dentro del teatro, que es su mundo, Diego Rinaldi puede ser considerado multifacético. Es que a lo largo de los años desarrolló sus cualidades como actor y director, pero a la vez se volcó hacia la docencia, la producción y la gestión cultural. Formado inicialmente en Santa Fe, donde trabajó por ejemplo con Raúl Kreig, Edgardo Dib y Marina Vázquez, continuó su carrera en Buenos Aires, en sintonía con figuras trascendentes del mundo del espectáculo como José María Muscari, Moria Casán, María Leal, Norma Pons, Patricia Palmer, Georgina Barbarossa, Gabriel “Puma” Goyti, Martina Gusman, Sofia Gala, Maria Rosa Fugazot, Mónica Villa y Cecilia Dopazo. Alzó también un vuelo propio como director: condujo “El Mundo de Oz” con Magui Bravi y “Hansel y Gretel” con Rodrigo Noya, está a punto de estrenar junto a Florencia Torrente la obra “Etiquetame” de Florencia Aroldi y se encuentra en plena preparación de un espectáculo que tendrá un espacio en la temporada de verano en Mar del Plata y convocará a artistas muy conocidos.
Rinaldi, quien también se desempeñó durante los últimos diez años como gestor cultural para la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Santa Fe, estará en la ciudad este fin de semana (sábado y domingo de 13 a 18) para dictar un seminario de actuación, montaje y creatividad en La 3068 (San Martín 3068), que propone “un espacio de entrenamiento técnico donde cada alumno potenciará su capacidad creativa y diseñará su propio recorrido, a partir de acciones, imágenes, coreografías, músicas, canciones, textos e ideas generando material poético como disparador para delinear las bases un montaje teatral”. Antes de su arribo, charló con El Litoral sobre el teatro santafesino, su formación, sus proyectos y su visión del perfil de artista que demandan los escenarios actuales.
—¿Qué es lo principal que rescatarías del teatro de Santa Fe, donde arrancaste tu formación para luego seguir tu desarrollo profesional en Capital Federal?
—Del teatro de Santa Fe rescato muchas cosas, pero sobre todo la calidad con que se hace, el compromiso por el arte y la calidad de los profesionales que enseñan las artes escénicas a los alumnos. Hay gente muy capaz, que sabe muchísimo, de la cual yo tuve la suerte de nutrirme enormemente, formar mis simientos más fuertes y con eso poder pelear en otros mundos más grandes. También destaco el compromiso y la entrega por hacer las cosas bien, por hacer un buen teatro.
—Participaste en seminarios de actuación con diversos maestros y cómo actor te desmpeñaste también junto a profesionales de mucho renombre ¿Cuáles es la enseñanza, entre tantas, que te quedó más grabada?
—Tuve la suerte de participar de muchos seminarios, de mucha formación y también de trabajar en los últimos diez años con gente muy talentosa. Y lo que más me queda es algo que está ligado a la pregunta anterior, que tiene que ver con hacer teatro desde lo más profundo del corazón. Me queda una enseñanza enorme y una gratitud maravillosa por haber trabajado con la gran Norma Pons, con la queridísima Claudia Lapacó, con gente que realmente ha dejado huellas en mí y me ha enseñado este compromiso tan enorme por esta profesión, este respeto tan grande. Y también, obviamente, hablando de un santafesino, el gran Raúl Kreig, que ha marcado un camino muy profundo en mi formación y me ha enseñado que no da lo mismo hacerlo de taquito. Y con lo que más me quedo es con eso: el cuidado, el amor y la entrega.
Explorar y formarse
—Te volcaste a distintas actividades dentro del teatro ¿Cuáles son las que preferís por sobre las otras?
—Siempre que encaro una actividad dentro del teatro, en ese momento creo que es la actividad que más disfruto. Y lo hago desde la entrega absoluta. Obviamente que siempre hay preferencias. En el momento en que he hecho cada actividad fue el momento de esa actividad, ya sea desde la producción, desde la docencia, desde la dirección, desde la actuación o desde la gestión cultural. Hoy por hoy la actividad que más estoy disfrutando es la docencia y la dirección, actividades que desde hace muchos años me están seduciendo. Pero jamás dejo de lado mi actor, es algo que me da sumo placer, subirme a un escenario y ser conducido por un buen director. Explorar nuevos mundos, nuevos caminos, nuevos personajes, nuevos desafíos.
—Dentro de la disciplina en la que te desempeñás, ¿Qué perfil de profesional es el que hace falta hoy en la Argentina?
—El profesional que se necesita hoy es integral, completo, que no sólo tenga la necesidad de capacitarse, crecer, estudiar, entender qué es investigar en la actuación, qué es buscar y qué es prepararse, sino también que entienda qué es la autogestión. Ya no existe más ese gran productor que viene un día, nos ve, le parece que somos maravillosos, nos lleva a un ámbito superior y nos cambia la vida. Ni esos mitos urbanos de que alguien vio a una cajera de supermercado y la convirtió en estrella. O aquella diva de los teléfonos blancos que después se convirtió en Mirtha Legrand. Eso ya no existe, por eso hoy el artista debe ser muy integral, debe poder gestar lo que hace, debe poder investigar, llevar adelante, producir. Tiene que ver con una totalidad, con un artista que sea productor también. Y creo que se necesita que los jóvenes vuelvan a entender que la formación es necesaria, hacer una carrera paso a paso, estudiando, leyendo, creando. Es sumamente necesario, porque hoy desde la inmediatez y lo mediático hay una necesidad de que todo sea ya, de concretar sin pasar por esas etapas maravillosas que nos dejan tantas enseñanzas. Y que a lo largo del camino te ayudan a sostenerte en una profesión tan difícil y con tantos altibajos.