Rodrigo Pretto
Se trata de una iniciativa completamente gratuita para tatuar las areolas y los pezones de las mujeres que padecieron cáncer de mamas. “Siendo mujer y sintiéndolo como alguien del género nació esta idea. Quiero que se vuelvan a sentir completas”.
Rodrigo Pretto
Todo comenzó como un hobbie en los días de Alfonsina Acuña, pero desde hace un año y medio la joven se convenció de que esa sería su forma de vida. Por eso cambió la afición por un método de mayor profesionalismo.
Con algo de experiencia, la joven de la localidad de Carlos Pellegrini -departamento San Martín- se mentalizó en poner en práctica el proyecto “Senos felices”, aunque inicialmente las condiciones económicas no le jugaron una buena pasada y demoraron su inicio.
“Me puse en mente esta iniciativa y recién ahora lo pude lograr”, destacó. Se trata de una decisión solidaria que tiene como objetivo tatuar los pezones y las areolas de mujeres que sufrieron cáncer de mamas “para que se vuelvan a sentir completas”.
El trabajo, completamente a pulmón, es gratuito para quienes quieran llevarlo adelante. La tatuadora ya recibió consultas de varias personas de la región. “Siendo del género femenino y sintiéndolo como alguien de esa naturaleza, las ganas nacieron desde mi interior”, destacó.
La idea siempre estuvo dando vueltas en la cabeza, pero los factores económicos fueron una traba que se transformaron en un incordio para frenar el proyecto. La iniciativa surgió luego de observar lo que sucedía en la ciudad de Buenos Aires, donde diferentes actores del medio comenzaron a impulsar este propósito para darle “un abrazo” a aquellas personas que habían padecido problemas de salud pero tenían la posibilidad de rehacer su vida.
“Me pareció algo muy interesante. Al ver que en la zona nadie lo hacía y existían muchas mujeres que se habían sometido a una mastectomía, decidí ponerlo en práctica”, explicó Acuña.
La técnica no demanda demasiado tiempo. Tampoco es doloroso para quien tome la decisión de hacerlo. “Tarda entre 20 y 30 minutos. Es algo que no se basa en líneas como los demás tatuajes, sino en pintar y reconstruir. Se realiza a base del realismo”, sostuvo Acuña, quien agregó también que se utilizan tintas naturales de diferentes tonos dependiendo del color de piel de cada persona. Además, la tatuadora detalló que se necesita una única sesión y si se toman los mínimos cuidados no es necesario realizar retoques a futuro.
De acuerdo a lo que indicó la joven pellegrinense, el proyecto ya fue lanzado y muchas mujeres se pusieron en contacto con ella para realizar las averiguaciones pertinentes, aunque momentáneamente “nadie se animó a dar el paso siguiente”. Acuña señaló que ya tomó contacto con personas de San Jorge y Sastre, y ahora aguarda que las interesadas se convenzan de hacerlo.
“La idea es que ellas se vuelvan a sentir cómodas con su cuerpo, otra vez bellas y completas. Hay quienes se realizan mastectomías que deben extirparle absolutamente todo. Por eso intento que con esto se sientan plenas cuando se miran al espejo, enteras. Se vuelven a sentir como antes. Pueden volver a recuperar parte de su cuerpo”.
Y si bien la difusión de su proyecto recién comenzó y tuvo repercusión a nivel regional, Acuña busca que el mismo logre impactar en cada rincón para generar una fuerte movida solidaria. “Me encantaría que las mujeres se empiecen a pasar la información, que se conozca esta idea para poder ayudarlas desde donde me toca, desde donde tengo posibilidades de hacerlo”, expresa.
Consultas
La promotora de la movida solidaria adelantó que recibió consultas para realizar los tatuajes a domicilio, aunque aclaró que prefiere no moverse de su estudio por higiene. El traslado de todos los instrumentos de trabajo no es nada sencillo y hasta se torna imposible. Por eso, para brindarle mayor seguridad a sus clientes entiende que es conveniente que ellas sean quienes se hagan presentes en su local.
“Acá tengo todos los materiales necesarios -dice-. Si me muevo a una casa particular, hay algunas cosas que no las puedo llevar. Por eso recomiendo que se acerquen a mi lugar de trabajo”.
Recolección de fondos
De acuerdo a lo que remarcó Acuña, al tratarse de una movida solidaria y completamente gratuita, los tiempos para recaudar recursos y adquirir las herramientas se dilataron más de lo estipulado.
“Al principio, como recién comenzaba a trabajar, era poca la gente que sabía lo que hacía. Con el paso del tiempo me empezaron a conocer, logré tener trabajo y eso me dio la posibilidad de poder comprar los insumos necesarios para darle inicio a esta idea. La pude hacer realidad”, contó y agregó que tomó contacto con la senadora departamental, Cristina Berra, quien aprobó su proyecto para colaborar con un apoyo económico.
“Me encantaría que las mujeres se empiecen a pasar la información, que se conozca esta idea para poder ayudarlas desde donde me toca, desde donde tengo posibilidades de hacerlo”.