UN ÍCONO DE LA CIENCIA FICCIÓN VUELVE A LA PANTALLA
Terminator reprogramado
A fines de octubre llega a los cines “Terminator: Destino oculto”, reboot de la franquicia de acción y ciencia ficción, que forjó a uno de los personajes más famosos del cine comercial, con el rostro de Schwarzenegger.
Orion Pictures El gesto adusto, el modo de caminar y las pronunciación de frases secas con vocación de mito como Volveré , Hasta la vista, baby hicieron de Terminator un ícono.
Con una calculadora, un poco de tiempo y algo de sentido común no resultaría difícil encontrar cien huecos (incluso cráteres) en el guión de “Terminator” (1984). Pese a todo, el film se convirtió en un clásico del género de ciencia ficción, consolidó la carrera de Arnold Schwarzenegger (para bien o para mal), hizo de James Cameron uno de los directores más reputados de Hollywood, condición que llegaría hasta su cima en “Titanic” (1997). Construyó un perfil novedoso de heroína de acción bajo la fisonomía de Linda Hamilton. Y, por sobre todo, creó un universo ficcional que se hizo popular y consistente en el tiempo. Una idea absurda, basada en robots monosilábicos programados para matar gente y paradójicos viajes en el tiempo para alterar destinos, se convirtió en una de las más rentables de la historia del cine. Al punto que, a fines de octubre, llegará una nueva entrega de esta saga: “Terminator: Destino oculto”.
Hay que admitir que si los realizadores de la primera entrega de “Terminator” hubieran sido conscientes del impacto que iban a generar y de las reformulaciones que impondrían al género, hubieran fallado estrepitosamente. Es que uno de los activos del film, que aparece como un producto de clase B, es la despreocupación con que el director asume sus limitaciones, poniendo énfasis en la acción, como pidiendo al espectador que suspenda toda lógica y se deje llevar por el ritmo absorbente. En esto, aparece un elemento clave: el sentido del humor. Cameron sabe que, de introducir seriedad o afectación, el naufragio estaría cerca. O, para usar una metáfora más cercana a la película, la exterminación. De este modo, Schwarzenegger da un tono irónico a su pétreo personaje. Que alcanza su cima cuando pronuncia su frase más recordada (hoy tan incorporada en la cultura popular como el “Le haré una oferta que no podrá rechazar” de “El padrino”) con gesto adusto: “Volveré”. Aunque el forzudo actor centraliza las miradas, la primera “Terminator” se beneficia con sus actores secundarios, que curiosamente terminan todos masacrados: Michael Biehn, Paul Winfield y Lance Henriksen.
Superproducción
El éxito, inesperado, del film de 1984 fue determinante para que la segunda parte, que tardó casi 7 años en llegar, abandonase todo elemento alusivo a la clase B para convertirse en una superproducción con muchos millones de dólares a disposición. “Terminator 2: El juicio final” se estrenó en 1991 y esta vez James Cameron no solo dirigió, se encargó del guión junto a William Wisher Jr y supervisó cada instancia de la producción. El argumento sostiene casi las mismas premisas que su prototípico antecedente: pese a que no han podido con Sarah Connor, las máquinas insisten en asegurarse de que no tendrán resistencia. Por eso envían a un nuevo exterminador al pasado para que mate a John, futuro líder de los rebeldes. Uno muy avanzado que es de metal líquido y tiene la capacidad de asumir la fisonomía de cualquier persona, lo que obliga a los humanos a enviar no ya un soldado, como en la primera entrega, sino a otro exterminador reprogramado para defender a John. Es en este punto donde Cameron plantea su jugada maestra y lo que en verdad (junto con los efectos especiales) hace legendaria a la película: Schwarzenegger deja de ser el villano para convertirse en héroe, con chaqueta de cuero negra y montado en una Harley Davidson para construir un ícono.
Apuestas
La cosa bien podría haber quedado allí. Supuestamente, cuando el T800 que encarna (si es que puede usarse este término) Arnold decido sacrificarse, obstruye la línea temporal que conduce a un futuro distópico dominado por máquinas inteligentes y malvadas. Sin embargo, era un material con tanto potencial que paso apenas una década hasta que Hollywood decidieron reflotarlo. Así emergió en 2003 “Terminator 3: La rebelión de las máquinas”, que no está mal pero palidece respecto a sus predecesoras. No está Cameron al frente del proyecto y eso se nota, la dirección estuvo a cargo de Jonathan Mostow, cuya credencial más importante hasta el momento era su labor en “U-571”, entretenida cinta de intriga y acción ambientada en un submarino durante la Segunda Guerra Mundial. Dos logros del film: mantiene a Schwarzenegger y añade a la trama la primera exterminadora mujer, T-X, interpretada por la modelo Kristanna Loken. El resto, acción a raudales con escaso desarrollo de personajes y motivaciones.
Seis años después, Warner Bros. hizo una apuesta arriesgada: ensayó en “Terminator Salvation: The Future Begins” una variación a la estructura clásica de las entregas de la saga y propuso ambientarla enteramente en el futuro. La trama se focaliza en la guerra entre la humanidad y la red informática Skynet. Tiene entre sus activos la presencia de actores como Christian Bale, Sam Worthington, Anton Yelchin, Bryce Dallas Howard y Helena Bonham Carter, incluso aparece digitalizado Schwarzenegger, pero el experimento funcionó sólo a medias: pensar un “Terminator sin Schwarzenegger”, sería el equivalente a un Rocky Balboa o un Rambo sin Sylvester Stallone. Ni mejor, ni peor, simplemente otra cosa. De modo que, en “Terminator Genisys” (2015) las aguas volvieron a su curso y Arnold vuelve a ser la mayor atracción de un film que tiene un guión tan rebuscado que el espectador finalmente se pierde en una maraña de paradojas temporales.
Renovados
Con fecha de estreno para el último día de este mes, “Terminator: Destino oculto” tiene algunos argumentos como para pretender pisar fuerte en la taquilla. En primer lugar, será reboot (es decir, un reinicio o relanzamiento) en el que se pondrá énfasis en el personaje de Sarah Connor, que estará encarnado nuevamente por Linda Hamilton, la actriz que le insufló vida en la primera entrega. Esto abre un universo enorme de posibilidades. En segundo término, estará en pantalla el propio Schwarzenegger, que con 72 años mantiene su carisma y ha logrado algo que no muchos héroes de acción veteranos han logrado: incorporar ciertas dosis de humor autorreferencial, que siempre son bienvenidas. Por si esto fuera poco, ambos referentes de la saga estarán secundados por Natalia Reyes, Mackenzie Davis, Gabriel Luna y Diego Boneta (famoso por su papel de Luis Miguel en la serie homónima).
El exterminador está viejo (si es que puede aplicarse este término a un cyborg) y tiene que sostener un gran peso sobre sus espaldas, más de 35 años de historia. Sin embargo, todos confiamos en su sólida estructura para aguantar lo que venga.