La fábrica Cidal San Luis cerrará definitivamente sus puertas y dejará a 65 familias sin su fuente de empleo, por lo que sus trabajadores mantienen la planta tomada desde hace una semana.
La fábrica Cidal San Luis cerrará definitivamente sus puertas y dejará a 65 familias sin su fuente de empleo, por lo que sus trabajadores mantienen la planta tomada desde hace una semana.
La empresa adeuda salarios, quincenas, aguinaldos, aportes jubilatorios y ART a los trabajadores, que decidieron tomar la planta en resguardo de su fuente de trabajo, luego de que las autoridades de la empresa les comunicaran que cerrará sus puertas.
El conflicto surgió a partir de la suspensión por 10 días sin goce de haberes de todo el plantel, integrado en un 50% por mujeres; medida que luego fue revocada por relaciones laborales, pero la fábrica no volvió a abrir sus puertas.
La industria es una sociedad de capitales nacionales que fabricaba productos de látex como globos de agua, de cotillón y preservativos de marcas acreditadas y que inició sus actividades en 1953, y exportaba a países latinoamericanos y contaba con certificaciones de calidad.
Según informes provenientes de aquella provincia, la fábrica venía con problemas “desde hace tiempo” para abonar los salarios en tiempo y forma; este año dejaron de comprar insumos para producir, describió un dirigente gremial.
“No producimos porque no tenemos casi materia prima, y en el caso del látex, que es importado, la empresa no pudo hacer la compra”, aclaró.
El próximo jueves los trabajadores se reunirán otra vez con los accionistas, para continuar las negociaciones e intentar llegar a un acuerdo por las indemnizaciones y pagos atrasados.
De Santa Fe a Villa Mercedes
En noviembre de 1999, Cidal SA cerró su planta procesadora de látex en la ciudad de Santa Fe y se instaló en San Luis. La decisión fue respaldada por el Sindicato del Caucho, que denunció que la empleadora “fue víctima de una persecución sistemática” por parte de las autoridades municipales, que demandaron a la firma por supuestos malos olores.
Hasta que se trasladó a San Luis, la firma -de capitales santafesinos- era una de las principales empresas fabricantes mundiales de profilácticos (El Camaleón), bombachitas para bebes (Pizpireta), globos y nieve artificial (Bombucha).
Para fines de la década de los 90, Cidal se había convertido en la única empresa de América Latina que se adjudicó una licitación en el ámbito mundial para la colocación de profilácticos con destino a las Naciones Unidas.