"Entretiempo": fotos y textos para narrar el dolor y la cura
La fotoperiodista Silvina Salinas acompañó con su cámara (y afecto) el proceso de tratamiento y recuperación de su amiga, Cecilia Augsburger. El resultado es la muestra y proyección que pasó por la Legislatura santafesina y seguirá en otros espacios de la ciudad y el interior.
Guillermo Di Salvatore La fotoperiodista Silvina Salinas en pleno montaje de la exposición que permaneció abierta al público, en la Legislatura, entre el miércoles y el viernes.
Hace 25 años que Silvina Salinas trabaja en el diario rosarino La Capital, donde ingresó como correctora y luego de dos años (reestructuraciones mediante) pasó a la sección donde quería estar: fotografía. Hace más de diez que conoce a Cecilia Ausgburger, y 5 que recibió de su amiga un llamado tímido pero decidido: acompañar con su cámara el proceso de tratamiento y, finalmente, cura de un cáncer de mama.
Allí, entre salas de espera, sesiones de quimioterapia, análisis clínicos, pero también paseos, compras (incluyendo una peluca) y cafés, compartieron el año que demandó la cirugía, el tratamiento y el alta médica, un lapso al que Salinas decidió llamar “Entretiempo”. Y con ese nombre se presentó, en el formato de muestra de fotos y textos, y una proyección, entre el miércoles y el viernes en el hall de la Legislatura santafesina, a instancias del presidente de la Cámara de diputados Antonio Bonfatti y la diputada provincial Silvia Augsburger (Igualdad y Participación).
En las próximas semanas, la muestra seguirá itinerando en otros espacios de esta capital, como Osdop, y el en interior.
Como se dijo, las fotos son de Salinas, y los textos que completan la exposición pertenecen a Augsburger, psicóloga, docente universitaria e investigadora. “(...) Mezcla de envidia y admiración por los que pueden ver con otros ojos. A través de sus ojos. Lo concreto, lo aplastante, lo insignificante, lo devastador es descubierto por un ojo que identifica el detalle, el color o la magia de un instante. Es un don ver allí donde otros estamos ciegos”, se lee en uno de los cuadros que acompañan a las fotografías que fueron mostradas al público, por primera vez, en agosto, en la sede gremial de Coad (Asociación de Docentes Universitarios) de Rosario.
No es la primera muestra que hace Salinas: primero fue “40 de 40” cuando cumplió esa edad, y luego llegó “Intemperie”, donde expuso 60 fotografías (de las muchas más que registró) de personas durmiendo en la calle.
“Entretiempo” se gestó a partir de la invitación de Augsburger cuando recibió hace 5 años un diagnóstico de cáncer de mama. “Inmediatamente le dije que sí; no se me hubiese ocurrido, la hubiera acompañado de otra manera, pero me pareció bárbaro que me lo pidiera”. Y aquí destaca “esa cosa tan importante de pedir ayuda o pensar que el otro te puede ayudar de alguna manera”. Tanto que “cuando sabía que iba a fotografiarla, en lugar de pensar en el tratamiento que le iban a hacer, se concentraba en qué ropa usar”.
Prensa Bloque Igualdad y Participación Lazos: el de color rosa para concientizar sobre la prevención del cáncer de mama en un cartel. El de amistad entre Cecilia Augsburger y Silvina Salinas, protagonistas de la muestra, en la imagen.
Lazos: el de color rosa para concientizar sobre la prevención del cáncer de mama en un cartel. El de amistad entre Cecilia Augsburger y Silvina Salinas, protagonistas de la muestra, en la imagen.Foto: Prensa Bloque Igualdad y Participación
- ¿Cómo fue acompañar el proceso de una amiga con cáncer de mama?
- Fue la mejor forma de acompañarla. Por nuestra profesión, tenemos una especie de coraza, nos alejamos de lo que estamos fotografiando y así logramos que no nos afecte tanto. Siempre tuve confianza en que ella iba a salir de ese momento. Este es un tema que nos afecta tanto a las mujeres... Y que todos los años, cuando nos hacemos el control, sea como un fantasma hace que una se sienta solidaria con las demás.
- ¿Qué le pasó a la gente cuando fue a la muestra?
- Fue una sorpresa absoluta, porque muy poca gente sabía de qué se trataban las fotos. Muchas personas se enteraron ahí y resultó muy impactante. Pero tampoco es un golpe bajo, es la crónica de un caso. Luego, cada personalidad ve cómo puede salir de esa situación: Cecilia puso el cuerpo y la cara; estaba dispuesta y decidida a mostrarla.
- ¿En qué te cambió este proceso?
- Una se sorprende de que las cosas sucedan como suceden. Cecilia me pide que haga las fotos porque piensa que tengo una mirada bella sobre aquello que a veces no es tan amable. Pero bello no significa liviano.
Este es un tema que nos afecta tanto a las mujeres... Y que todos los años cuando nos hacemos el control sea como un fantasma, hace que una se sienta solidaria con las demás”. Silvina Salinas