El caso de este hombre, que se emborrachó con algo parecido a cerveza "fabricada" en su propio organismo, es aislado pero no único.
En un principio, los médicos no creían que este hombre pudiera presentar estos síntomas sin haber bebido alcohol. Se le trató con depresivos y se le ofreció terapia psicológica, pero no fue hasta tres años después de sufrir los síntomas que no se le diagnosticó correctamente lo que tenía.
El caso de este hombre, que se emborrachó con algo parecido a cerveza "fabricada" en su propio organismo, es aislado pero no único.
Sufría muchos de los síntomas característicos de la embriaguez: tenía la mente nublada, se encontraba irritado y depresivo, y tenía lagunas en su memoria.
Una mañana, le arrestaron por conducir "bajo los efectos del alcohol". La tasa de esta sustancia en su cuerpo estaba disparada. Pero el detenido aseguró que no había ingerido ni una sola gota.
En un principio, los médicos no creían que este hombre pudiera presentar estos síntomas sin haber bebido alcohol. Se le trató con depresivos y se le ofreció terapia psicológica, pero no fue hasta tres años después de sufrir los síntomas que no se le diagnosticó correctamente lo que tenía.
Su cuadro clínico y su diagnóstico coincidió con el síndrome de fermentación automática,auto-brewery syndrome (ABS), en inglés.
El caso de este hombre, que de alguna manera se emborrachó con algo parecido a cerveza "fabricada" en su propio organismo, es aislado pero no único.
El exsoldado Ray Lewis, de Oregon (EUA), comenzó a sentirse enfermo en 2014. Solía sufrir los síntomas propios de una resaca, y aunque él asegura no haber bebido, su esposa llegó a temer que fuera alcohólico. No fue hasta un año más tarde cuando le diagnosticaron el síndrome de la embriaguez automática, un trastorno médico que consiste en que el estómago convierte los alimentos ingeridos –– en concreto, azucares y carbohidratos –– en alcohol.
También llamado síndrome de fermentación del intestino es un trastorno severo y poco estudiado. Se trata de un problema serio, ya que provoca que la persona que lo sufre, padezca los mismos efectos fisiológicos que si abusara de la bebida durante toda la vida.
Únicamente hay seis publicaciones al respecto. Una de ellas, publicada en la revista Medicine Science Law , explica que las grandes cantidades de levadura en el intestino convierten literalmente la comida que se consume en cerveza.
Según los investigadores, el proceso se basa en el etanol que se produce del contacto de los azúcares de algunos alimentos con la levadura, lo que da lugar a la «embriaguez accidental».
Existen pocos casos en el mundo con el síndrome de la autocervecería. Sin embargo, los médicos advierten de que algunos fármacos también pueden provocar esta rara enfermedad.
Con información de BBC y Muy Interesante