Otra vez los “amigos de lo ajeno” hicieron de las suyas en un comercio de barrio Guadalupe.
Ocurrió en un local de Javier de la Rosa y Las Heras. Delincuentes rompieron dos blíndex y se llevaron dinero.
Otra vez los “amigos de lo ajeno” hicieron de las suyas en un comercio de barrio Guadalupe.
Fue durante la madrugada, cuando uno o más individuos violentaron una pesada reja instalada en la puerta de la ferretería Aarón, negocio ubicado en la esquina de Javier de la Rosa y Las Heras.
Cumplida esa parte, los sujetos arrojaron un medio ladrillo contra las dos hojas de blíndex que estallaron en pedazos.
Una vez adentro del local, sustrajeron dinero que había en la caja y que estaba destinado al pago a proveedores, según dijo Edgardo, titular del comercio, en diálogo con El Litoral.
El comerciante también precisó que los rufianes tenían pensado llevarse todo un equipo de computación, cuya instalación eléctrica ya habían desconectado, pero que por algún motivo desconocido decidieron no hacerlo.
“Nosotros nos enteramos por policías que llegaron hasta la casa de mi hijo y le avisaron que habían visto la puerta del negocio destrozada. De inmediato, se comunicaron conmigo, vinimos hasta acá y nos encontramos con este desastre”, agregó.
“No sólo entraron al local, sino que además anduvieron por los techos y forzaron una chapa que cubría una abertura de una propiedad vecina. Se ve que estaban decididos a llevarse cualquier cosa”, opinó la víctima.
Situación complicada
Consultado sobre la situación del barrio, Edgardo sostuvo que “el tema de los robos y los asaltos está muy bravo. Siempre nos enteramos de que ‘pegaron’ en algún negocio o entraron en alguna casa. La policía anda pero es evidente que no alcanza. Para hacer lo que hicieron acá tienen que haber hecho mucho ruido”.
“Estos son tiempos difíciles. Las ventas no son grandes y todo cuesta un montón. Ahora tengo que pensar cómo voy a hacer para reponer todos los daños que me hicieron. El perjuicio económico que me han hecho (entre los blíndex, la reja y lo demás) ronda los 50 mil pesos”, se quejó.
Por último, estimó que “de alguna manera entre todos los comerciantes tenemos que protegernos. Quizás deberíamos pagar algún sistema de cámaras de vigilancia o alarmas”, cerró.