Por Candelaria Rivero
“Ser íntimo” podría leerse como el diario público de una poeta irreverente, o como un “manual para sobrevivir a la norma”. Podría además, leerse en cualquier orden, en cualquier momento del día, en casi cualquier situación.
Por Candelaria Rivero
“Ser íntimo” (*) podría leerse como el diario público de una poeta irreverente, o como un “manual para sobrevivir a la norma”. Podría además, leerse en cualquier orden, en cualquier momento del día, en casi cualquier situación.
El poemario encierra un conjunto de verdades / pulsiones que reclamarán la postergación de todo lo pendiente para que quien lea se involucre de lleno en la lectura.
Algunos poemas serán una inyección intravenosa, otros se irán incorporando progresivamente en algún costado de su corazón.
“Ser íntimo” nos recuerda que la vida y la poesía se tocan a cada paso, que el sol que brilla en el poema es éste sol. Nos advierte además, que la poesía puede vivir en nuestra propia casa, sentarse a nuestra mesa, comer de nuestro pan.
En este juego de observar lo íntimo, el yo poético alterna voces, va y viene desde la pregunta hacia la pregunta, se cruza de vereda una y otra vez y exaltado nos interroga, nos hace parte o nos aparta de su satisfacción / insatisfacción, nos exhorta o nos libera.
Cada paso: una confesión, en el fin del renglón: un abismo.
Al parecer, todo se trata de encontrar, de perder, de llevar la sinceridad hasta el límite, de probarse el lenguaje como quien se prueba infinitos trajes antes de una fiesta.
La comodidad parecería ser aquí un lujo inaccesible.
La patria / casa podría en “Ser íntimo” ser una isla que flota al margen de lo establecido, con sus bordes carcomidos por el “deber ser”, por la fatalidad que otorga el buscar en la palabra-imagen una porción de certezas.
Este poemario nos acerca y nos aleja de nuestra materialidad, nos aloja en ese latido, nos expande o nos repliega para acunarnos. Lo que se declara en “Ser íntimo” va forjando su tono desde máximas o sentencias que fueran expulsadas desde un territorio imaginario, desde una torre en mitad del caos, desde el ojo de la tormenta, ahí donde no es posible hacer pie pero sin embargo la palabra sigue buscando anclarse, definirse, afirmarse.
“Ser íntimo” es un espejo enfrentado al propio cielo, donde se vuelven visibles pájaros y demonios, donde por momentos, una voz se encadena al vértigo como si fuera ésta la única opción. Es además, el roce de lo cotidiano, observado, revisado y vuelto a mostrar, es el pasar por los mismos lugares fuera y dentro del sí mismo. Y si es que hay algo que por momentos intenta desprenderse o volarse hacia otra dimensión, es, nada más ni nada menos, que alguien avanzando a tientas, con su voz desposeída, en un bosque incendiado.
“Ser íntimo” nos recuerda que la vida y la poesía se tocan a cada paso, que el sol que brilla en el poema es éste sol. Nos advierte además, que la poesía puede vivir en nuestra propia casa, sentarse a nuestra mesa, comer de nuestro pan.
Al parecer, todo se trata de encontrar, de perder, de llevar la sinceridad hasta el límite, de probarse el lenguaje como quien se prueba infinitos trajes antes de una fiesta. La comodidad parecería ser aquí un lujo inaccesible.
(*) Es un libro de poemas, escrito y editado de manera independiente en Santa Fe, en el año 2019, por la escritora Agustina Ferrand. Otros títulos de la autora: “Porfiada”; “Vos no sos como yo”; “Como un gato”. Facebook: Agustina Ferrand. Blog: IG / Dame toda la poesía que tengas