La oposición arrasó hoy en Hong Kong en unas elecciones locales marcadas por una participación récord después de seis meses ininterrumpidos de protestas masivas, represión policial y una creciente confrontación con el gobierno local, aliado de Beijing.
El líder del mayor bloque prodemocrático de la región, Wu Chi-wai, celebró que las fuerzas que apoyan las protestas y exigen que Hong Kong mantenga su autonomía política e institucional de China hayan arrasado en las urnas en casi el 90% de los 452 distritos en juego.
Los partidos pro China solo lograron elegir a 21 de sus candidatos.
Tenés que leerLa Justicia de Hong Kong repone la ley que prohíbe las máscaras en las protestasAnte la evidente derrota, la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, reconoció que para muchos este resultado representa el "desencanto con la situación actual y los profundos problemas de la sociedad", y prometió "escuchar con humildad las opiniones de los miembros del público y reflexionar seriamente", según CNN.
Las elecciones son locales y renovarán parte del consejo deliberante de la ciudad; sin embargo, la coyuntura las convirtió en un termómetro político de la sociedad a seis meses de una ola de protestas que no ha parado de crecer y de desafiar al poder de Lam y, en consecuencia, del gobierno chino.
El primer dato que marcó lo inédito de estos comicios fue la participación masiva.
Tenés que leerMás manifestantes abandonan universidades tomadas en Hong Kong antes de elecciones localesHace cuatro años, un 47% del padrón participó. Ayer, esa cifra escaló al 71% e inclusive superó por mucho la participación de las elecciones legislativas pasadas, que sí tienen un peso político más importante para la relación entre la región autónoma y China.
En total, la oposición que reclama más democracia y autonomía de China obtuvo 396 de los 452 escaños en juego, informó la cadena de televisión local RTHK.
El recuento, aún parcial, implica ya una contundente derrota para los candidatos favorables a Beijing, que perdieron más de 240 escaños en comparación con los resultados de las elecciones del 2015.
Tenés que leerProtestas en Hong Kong: cien estudiantes mantienen tomada una universidadLos resultados tienen implicaciones de largo alcance: los candidatos opositores arrebataron el control de 117 escaños en el Comité Electoral (formado por 1.200 miembros) de cara a las elecciones previstas para 2022, en las que se elegirá al nuevo jefe de Gobierno.
La primera reacción del gobierno chino se conoció hoy a través del ministro de Relaciones Exteriores, Yi Wang, quien insistió que "cualquier intento por socavar la estabilidad" del territorio autónomo "acabará en fracaso".
Wang, de visita en Tokio tras asistir este fin de semana la cumbre de Relaciones Exteriores del G20 en la ciudad nipona de Nagoya, envió este mensaje tras reunirse con el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Tenés que leerLa muerte de un estudiante de Hong Kong desata indignación y temores de radicalización"Cualquier intento por socavar la estabilidad o incluso la prosperidad de Hong Kong acabará en fracaso", dijo el canciller chino en declaraciones que recogió la agencia Kyodo.
Las protestas en Hong Kong estallaron en junio pasado contra un polémico proyecto de ley de extradición a la China continental que Lam acabó retirando definitivamente, aunque las manifestaciones continuaron con demandas mayores, incluido el sufragio universal.
La violencia en Hong Kong se convirtió en uno de los mayores desafíos internos para el presidente chino, Xi Jinping, que llegó al poder en 2012 e insiste en que el gobierno local podrá resolver la crisis.
Tenés que leerDecenas de miles marcharon en Hong Kong y recuerdan la "Revolución de los Paraguas"Los manifestantes, enfadados por lo que consideran una injerencia del Ejecutivo chino en la antigua colonia británica, señalan que están respondiendo al excesivo uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad.
Hong Kong es un territorio estratégico para China y, de alguna manera, también lo es su autonomía, que debe ir reduciéndose gradualmente en los próximos años, según acordaron Beijing y Londres en su acuerdo de 1997.
Esta región autónoma canaliza la inversión exterior de la mayor parte de los cuatro billones de dólares en reservas chinos y atrae a inversores de todo el mundo, gracias a la libre circulación de capitales y a su capacidad para operar en yuanes, la divisa china, que aún no es completamente convertible a otras monedas.