Tras otra tensa sesión, dieron visto bueno a los $ 1.000 millones para pagar sueldos
A la ampliación del Presupuesto 2019 por ese monto la había solicitado el intendente Corral para cubrir pagos de haberes municipales e intereses de deuda. Se aprobó por mayoría simple, con los votos de los bloques Cambiemos, el FPCyS y de un concejal de PJ. El resto del justicialismo, en contra.
Guillermo Di Salvatore Adecuación y después. Se cerró en el Concejo un capítulo complejo y lleno de polémicas.
Que sesionamos, que no sesionamos, que a esta hora no sabemos si sesionamos. Ésas eran las timoratas respuestas de los concejales a primera hora de la mañana. No se sabía nada, hasta que finalmente se llamó a sesión: pasado el mediodía, sonó la chicharra del Concejo. El tema era segundo capítulo del “culebrón” político del jueves pasado: el pedido del intendente José Corral de modificar y ampliar el Presupuesto 2019 por $ 1.037.075.000, que serán destinados para —según dice el mensaje—, pagar haberes de municipales e intereses de deuda de empréstitos tomados en 2018.
Esta solicitud de adecuación presupuestaria se aprobó tras una tórrida discusión. Se hizo con seis votos del bloque frentista (Emilio Jatón no asistió); los cuatro de Cambiemos y uno del PJ (Lucas Maguid). El resto de los justicialistas se abroqueló en una postura negativa. “No vamos a legitimar esto que es una deuda, vulnerando todos los procedimientos del reglamento interno del Concejo”. “Le están dando un cheque en blanco a Corral, que será un boomerang para Jatón”, fustigaron los dos ediles justicialistas que hablaron.
Asimismo, Alejandra Obeid (del PJ) no estuvo en la sesión de esta martes con aviso previo (de un mes de antelación) porque debió estar en Buenos Aires, en una reunión con el bloque de Diputados nacionales del Frente de Todos: hoy miércoles jura como diputada nacional. “La sesión en el Concejo no tenía convocatoria, no fue válida por eso. Yo pedí su nulidad, que no se realice. Esto que se aprobó es dejarle un 'agujero' financiero al municipio”, fustigó Obeid, en breve comunicación con este diario, y quien había adelantado su voto negativo.
Pero para entender el todo de este complejo rompecabezas, habrá que recapitular. La sesión pasada, el pedido de Corral se votó: 11 votos a favor (FPCyS y Cambiemos, más Lucas Maguid del PJ) contra 6 en contra del PJ. Se votó sólo en general pero no se aprobó, y eso fue lo insólito. Fue porque había diferencias de criterios jurídicos: los que estaban a favor del pedido del intendente, entendían que se necesitaba mayoría simple de votos: 9 manos alzadas. Los que estaban en contra (el PJ), mayoría especial (dos tercios, 12 votos).
El presidente de Cuerpo pidió que la comisión de Gobierno se constituya para establecer una interpretación jurídica sobre qué correspondía: la mayoría simple o la especial. La comisión se reunió al día siguiente, el viernes. Hubo dos dictámenes: uno de mayoría (con la firma de cuatro ediles, dos de Cambiemos y los restantes del Frente) y otro de minoría (con las firmas de tres ediles justicialistas).
Con la opinión jurídica de la comisión, debía volver a sesionar el Concejo este martes. Primó el dictamen de mayoría, el cual sostenía —palabras más, palabras menos— que para aprobar una adecuación presupuestaria se requería mayoría simple de votos. Esto finalmente dio lugar a que el pedido de Corral de ampliar el ejercicio presupuestario vigente —a días de entregar su mandato— por $ 1.000 millones sea aprobado, con el aval del dictamen de mayoría. Votaron a favor , en particular, 10 ediles del FPCyS, Cambiemos y Lucas Maguid (PJ). En contra, el resto de los concejales justicialistas.
El PJ, que se oponía férreamente a habilitar este uso extraordinario de dineros públicos, dio otra vez sus argumentos. Insistió e insistió, incluso con un dictamen externo del abogado constitucionalista Domingo Rondina, leído de punta a punta por Ignacio Martínez Kerz (PJ), donde se argumenta que se requerían dos tercios para la aprobación del mensaje. Pero ante de eso, pasaron cosas.
Deuda versus adecuación
El PJ entendió que el intendente saliente buscó con el mensaje una operación de toma de empréstito, y no una adecuación presupuestaria. Son cosas distintas: en el primer caso, se endeuda más las arcas municipales; en el segundo, se reasignan partidas que —en teoría— están, para cubrir déficits en gastos corrientes al cierre del ejercicio —y con una inflación por las nubes—, como sueldos a los empleados municipales. Así, para autorizar deuda, insistía con que se necesitaban dos tercios de los votos. Por otro lado, tanto el FPCyS como Cambiemos entendían lo contrario: una adecuación puede aprobarse con mayoría simple.
“Lamento muchísimo que en la última semana de mi mandato, estemos discutiendo un endeudamiento de $ 1.000 millones. Me aflige mucho que se haya forzado esta votación (desde el FPCyS y Cambiemos)”, dijo en el recinto Martínez Kerz. “Esta situación nunca se dio en los años en que fui concejal, porque se vulneró la institucionalidad de este Cuerpo, votando semejante desbarajuste financiero municipal. Y esto será un boomerang para la próxima gestión”.
Se dio lectura al dictamen de mayoría: “A fines de atender el desequilibrio presupuestario (municipal), existiría la opción de incrementar otros pasivos de otras cuentas a pagar a corto plazo. El crédito financiero conllevaría un aumento del pasivo municipal a corto plazo, pero sin que esto se encuadre en la figura de toma de empréstito por parte del Ejecutivo (que sí necesita aprobación por dos tercios)”. En limpio: se necesitaba mayoría simple, 9 manos alzadas, fue la interpretación de la comisión. Tema cerrado. ¿Cerrado? El presidente del Cuerpo pidió continuar con el Orden del Día, incluso se votó otra ordenanza, pero...
¿Y la votación en particular?
Claro: todo lo que se había hecho hasta allí era aprobar en general el pedido de ampliación presupuestaria. ¡Pero faltaba la votación en particular, artículo por artículo! Hubo una pausa larga en el recinto. “Nos ingresa una duda —admitió el concejal de Cambiemos Carlos Suárez—. El mensaje (de la adecuación) ¿está aprobado en general y en particular?”, le preguntó al presidente Sebastián Pignata. “Sólo en general”, fue la respuesta. “Entonces, corresponde votar en particular”, dijo Suárez y pidió moción de orden para ello.
Saltó otra vez Martínez Kerz, escandalizado. “Esto nunca se dio desde el retorno de la democracia. Se está vulnerando todo el reglamento interno, y además hay impericias legislativas. ¡Recién ahora se dan cuenta de que no se sometió el expediente a la votación en particular! Están habilitando mil millones de pesos. Esto es un papelón legislativo”, se quejó furioso, hastiado, y así siguió un rato más.
Su par de bloque, Juan Cesoni, calificó de “inconsistente” el mensaje de la adecuación presupuestaria. “No se explican los destinos de los fondos. No se aclara siquiera si la readecuación de fondos para las distintas jurisdicciones del Estado Municipal es en más o en menos. Es defectuosa la redacción del mensaje: no podemos votarlo. Por ejemplo, si lo aprobamos, el intendente Corral podrá tomar en los días que le quedan de mandato tantas fuentes financieras como se le antoje, y nosotros seremos responsables. Será como darle un cheque el blanco”. Pidió más tiempo para realizar las correcciones necesarias: no prosperó.
“Para que no parezca esto una maniobra dilatoria (del PJ), corresponde votar en particular, según la moción que pedí”, elevó la voz Suárez. Terminó todo mal, en un aire enrarecido y pesado. Nadie habló del bloque del FPCyS en el recinto. El jueves 5 es la última sesión: renunciará Emilio Jatón (el 12 asumirá como intendente) y jurará en su lugar María Laura Spina. El viernes 6, asume la nueva conformación del Concejo.