Los jefes de las diplomacias rusa, Serguei Lavrov, y estadounidense, Mike Pompeo, se reunirán este martes en Washington para abordar asuntos de la actualidad internacional y el estado de las tensas relaciones bilaterales, informó este lunes la Cancillería rusa.
"Durante las conversaciones en la capital estadounidense está previsto un intercambio de opiniones sobre problemas internacionales clave y asuntos de actualidad de las relaciones internacionales", indicó en un escueto comunicado,
La visita de Lavrov a Washington es la primera que el ministro ruso realiza desde 2017, cuando fue recibido en la Casa Blanca por el presidente Donald Trump.
El canciller ruso viajará a la capital estadounidense inmediatamente después de la cumbre que celebra este lunes en París el Cuarteto de Normandía (Alemania, Francia, Rusia y Ucrania) para abordar el conflicto en el este de Ucrania, problema que figurará en la agenda de la conversaciones con Pompeo, citó la agencia de noticias EFE.
El conflicto en Siria y la situación en Medio Oriente son otros temas obligados en los contactos ruso-estadounidenses en los últimos años.
En el plano bilateral, uno de los asuntos que más preocupa en Moscú es la falta de respuesta de Washington a su propuesta de prorrogar el tratado START III, que limita el armamento estratégico ofensivo y que expira en 2021.
"Rusia está dispuesta a prolongar inmediatamente, lo antes posible, antes de finales de año y sin condiciones previas el START III (también conocido como Nuevo START). Esto lo digo oficialmente", afirmó el pasado día 5 el presidente ruso, Vladimir Putin en una reunión del Gobierno sobre asuntos de defensa.
El jefe del Kremlin señaló que las propuestas rusas "están sobre la mesa", pero recalcó que Moscú no ha recibido "ninguna reacción" desde Washington.
En mayo pasado, Lavrov y Pompeo acordaron en el balneario ruso de Sochi crear grupos de trabajo para prorrogar el tratado, pero desde entonces no se han producido progresos.
Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos son tensas, especialmente a raíz de la investigación sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones norteamericanas de 2016.
Putin ha expresado en varias ocasiones su deseo de que "las luchas internas" entre republicanos y demócratas en Estados Unidos dejen de influir algún día en las relaciones entre los dos países.