Cuando se consumó la derrota de Colón ante Independiente del Valle por la final de la Copa Sudamericana, el emblema del equipo, Luis “Pulga” Rodríguez fue uno de los pocos que habló con la prensa. En diálogo con la transmisión de la cadena DirecTV, el tucumano puso en duda su continuidad en el rojinegro de Santa Fe.
Desde entonces, esa incógnita sigue y mantiene en vilo al Mundo Colón. El jugador tiene un año más de contrato con el club de barrio Centenario pero las cuestiones personales y familiares pesan (y mucho sobre sus decisiones). En una entrevista con diario La Nación, el tucumano plasmó este sentimiento encontrado.
“A mi edad no puedo estar en contra de los sentimientos familiares. Pero tampoco puedo estar lejos de mis hijos. Soñé toda mi vida con tener los hijos que tengo, no los puedo desaprovechar estando seis meses o un año lejos. Y digo desaprovechar porque en un año es notorio el cambio que tienen. Eso no puedo permitir perdérmelo, no, no a mí edad. Sin importarme lo que puedan decir”, señaló Rodríguez.
“Yo siempre conté lo que iba a buscar a Colón y felizmente lo conseguí en un año: demostrar que lo que había pasado en Newell's, cuando no rendí en 2010, se debió a un mal período de adaptación. Nada más. Y que en otro lado podía hacer lo que había hecho en Atlético. Gracias a Dios llegué a un club donde me estaban esperando, donde realmente querían que fuera parte de su historia. Tanto la gente, como los dirigentes y los compañeros. No conseguimos la frutilla del postre [la Copa Sudamericana], es cierto, pero hicimos algo histórico. Movimos mucho a la provincia de Santa Fe. Y en Colón llegué a ser capitán, y no por un sorteo, sino por contar con mis compañeros detrás, que se convirtieron en familia. Estoy muy orgullo del año que tuve, pese a todo”, expresó.
Sin embargo, el “Pulga” reconoció: “Este fue el peor año personal de mi vida. Todavía no pude hacer el duelo por la muerte de mi viejo. Me han preguntado muchas veces por mi futuro y no lo sé, no tengo ni la menor idea todavía. Tengo un año más de contrato en Colón. Tal vez en estos días que me tomo de vacaciones me la pase llorando por mi viejo. porque el duelo todavía no lo pude hacer. No lo pude hacer”, contó.
Al mismo tiempo, el jugador tucumano agregó: “Muchas veces el dirigente piensa distinto que el jugador. Tal vez les tenga que decir 'mirá, me tengo que ir, o siento que me tengo que ir porque todo lo que te puedo dar ya lo di', o capaz les digo 'me voy a quedar porque me siento realmente con fuerzas para poder lograr otras cosas'. No sé qué va a pasar. Tengo que sentarme a hablar con mi familia para saber realmente cómo están. Si bien había estado dos o tres días en Tucumán desde que murió mi viejo, todavía no pude escucharlos, saber cómo se sienten. Cómo está mi vieja, cómo se siente en las noches. A ella no hay forma de sacarla de Simoca”.
“Es mi vida, es el lugar donde voy a estar el día de mañana. En Simoca nací, me crié y es el lugar al que todo el tiempo trato de ayudar. Es muy lindo para descansar y para estar tranquilo, pero hoy está sufrido, bueno, como en la mayor parte del país”, apuntó.