Es una de las principales emergencias médicas. Se trata de una enfermedad potencialmente mortal; el diagnóstico no es fácil, pues a menudo existen pocos signos que puedan orientar al médico. Más del 70 % de los pacientes con TEP presentan trombosis venosa profunda (TVP), aunque los trombos no sean detectables clínicamente. Por otra parte, aproximadamente el 50 % de pacientes con TVP desarrollan TEP, con gran frecuencia asintomáticos.
Aunque no existen datos exactos, es la tercera causa de morbilidad cardiovascular después de la cardiopatía isquémica y la enfermedad cerebrovascular. Más del 90 % de los TEP tienen su origen en el sistema venoso profundo de las piernas, aunque también se puede originar en la vena cava inferior, las venas renales, las cavidades cardíacas derechas y las venas de las extremidades superiores.
Los síntomas de TEP son fundamentalmente de comienzo súbito, con tos con o sin hemoptisis, cianosis, disnea súbita (lo más frecuente), taquipnea, dolor torácico pleurítico y subesternal, y en grados graves presión arterial baja que puede llevar a shock cardiogénico, pérdida de conciencia (síncope) e incluso muerte, dependiendo del grado de TEP. Los signos son taquipnea, taquicardia, fiebre de más de 38 ºC, cianosis, signos de TVP, signo de Homans, este consta dolor al hacer dorsiflexión.