El joven de 23 años quedó con tres meses de prisión preventiva. Está acusado del delito de grooming. Se difundieron los chats.
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Se conocieron las conversaciones por Instagram que un entrenador de 23 años de Buenos Aires mantuvo con un chico de 11 años antes de concretar un encuentro en su casa, momento en que fue detenido por la Policía. Por el hecho, la justicia porteña le dictó 90 días hábiles de prisión preventiva acusado por el delito de grooming (engaño pederasta).
Norberto Tavosnanska, juez interino a cargo del juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas 25 de la ciudad de Buenos Aires, dispuso dicha sentencia, que vence el próximo 12 de junio, y en ella aseguró que "la existencia de diálogos entre imputado y víctima -de contenido sexual en su mayoría- no caben duda que existieron".
También destacó la insistencia del imputado quien "en todo momento" quiso mantener el diálogo con el menor haciéndole saber que "los padres no debían enterarse en ningún momento de lo que estaba ocurriendo". En este sentido, apuntó que "en el caso, la magnitud de la pena podría no ser de ejecución condicional" y agregó que "para la fiscalía se encuentra probado el delito de grooming".
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El juez aseguró que las declaraciones que el nene hizo ante la Cámara Gesell fueron "contundentes y acordes en cuanto a las pericias realizadas de los mensajes que fueron intercambiados por Instagram". La mamá del nene se alertó ya que, un día, a su hijo se le rompió el celular y pidió usar el de ella para usar Instagram. Así, mantuvo las primeras conversaciones con el entrenador y, luego, fue la propia mujer junto a su marido quienes se encargaron de "seguirle la corriente" y hacerse pasar por su hijo, hasta que concretaron el encuentro y fue detenido.
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El primero de los mensajes, el que encendió las señales de alarma, decía “te quiero y a ver cuando me prestas un bóxer jaja, cuídate” y estaba acompañado por un corazón. Ese mensaje no fue respondido, pero ese mismo día Infante volvió a comunicarse. Los padres de T. esta vez sí le respondieron haciéndose pasar por el menor y comenzaron una conversación.
El encuentro fue pautado para las 16 del domingo en la casa que alquilan en el barrio de Pompeya. Media hora antes de que el entrenador llegara, los padres se presentaron en la comisaría y dieron aviso de lo que estaba por suceder. De inmediato fue contactada la fiscal Celsa Ramírez, quien ordenó que los efectivos del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal en conjunto con personal policial de civil vaya a la puerta del domicilio para detener al hombre.
Cinco minutos después de la hora acordada, el hombre llegó al domicilio. Tocó el timbre y fue detenido.