Como indica su nombre, una manta con peso es una manta rellena de cuentas de cristal, bolitas de plástico o de tejido orgánico que ejerce presión sobre el cuerpo y se usa para reducir el estrés y crear sensación de tranquilidad.
Desde hace algún tiempo, los terapeutas infantiles han usado las mantas con peso para ayudar a los niños con TDHA, autismo, ansiedad y otras condiciones a tranquilizarse y autorregularse, recopilando evidencias de que este artículo mejora su comportamiento y ciclo de sueño cuando se usa regularmente. Pero, ¿qué son realmente las mantas pesadas?, ¿cuáles son sus beneficios?, ¿son seguras para los niños?
Como indica su nombre, una manta con peso es una manta rellena de cuentas de cristal, bolitas de plástico o de tejido orgánico que ejerce presión sobre el cuerpo y se usa para reducir el estrés y crear sensación de tranquilidad.
La teoría acerca de las mantas con peso es que pueden ayudar a las personas con autismo, dificultades sensoriales, dolores musculares, insomnio, depresión, ansiedad y otras condiciones a través de la relajación del sistema nervioso. “Se cree que la presión profunda y el tacto que provee el peso del artículo reduce el nivel de excitación y estrés que contiene el cuerpo”, indica la Doctora Amna Husain, pediatra y fundadora de Pure Direct Pediatrics (Estados Unidos).
Los efectos de las mantas con peso son similares a los que se sienten cuando recibimos un abrazo y estamos ansiosos o molestos.
Efectos sobre los niños
Natasha Bravo, Pediatra de Terapia Ocupacional, compara el uso de estas mantas con los pañales o cobertores de recién nacidos, también conocidos como experiencia de capullo u oruga. “Cuando un bebé está cubierto con este pañal experimenta una presión que se distribuye por todo su cuerpo que lo mantiene en calma y consciente. Esta puede influir en los patrones de respiración haciéndolos más profundos y lentos”.
En ambientes educativos, como es el caso del Manhattan Children’s Center de Nueva York, una escuela para niños con autismo, las mantas con peso sirven para mejorar su concentración, hacerlos sentir en calma y mejorar el ciclo y calidad del sueño. “Se puede afirmar el hecho de que las mantas aumentan la serotonina para disminuir la ansiedad. Creo que pueden ayudar a reducir la inquietud, por lo que si no se puede conciliar el sueño, las mantas con peso podrían ser una solución”, agrega la Doctora Husain.
Pero también señala que esta técnica aún se está desarrollando dentro de la pediatría y tiene muy pocos datos. Según un estudio realizado en 2014, se determinó que las mantas con peso no eran más efectivas que una regular en cuanto a patrones de sueño para niños con autismo, aunque actualmente parecen funcionar:
Los niños suelen preferir las mantas con peso y los padres aseguran que duermen mejor y que su comportamiento es más calmado
También existen otras posiciones sobre el uso de estas, como el de la terapeuta ocupacional Leah Hiller que no las recomienda para los niños. “Dejar que un niño duerma bajo algo pesado es inseguro, sobre todo para su desarrollo y crecimiento”, advirtió. Agregó que para sus clientes recomienda un máximo de 15 minutos por sesión con estos artículos, ya que después de este tiempo “ya no son tan efectivos”.
Natasha Bravo apunta a que “no se tiene que ser diagnosticado con una condición o desorden para disfrutar de los beneficios de las mantas con pesos. Sin embargo se debe tener en cuenta que existe el riesgo de usarla y que no se cumplan todas las promesas que se escuchan sobre ellas, y esto puede suceder porque no es lo que necesita el sistema sensorial”.
Recomendaciones
Los bebés y niños muy pequeños (hasta los cinco años) no deben usarlas durante muchas horas o sin supervisión de un adulto.
Si el niño manifiesta incomodidad o simplemente no le gusta usarla, lo mejor es quitársela y no obligarlo. Pueden intentarlo más adelante si se siente seguro.
Se puede comprar primero una y compartirla, si funciona para todos pueden comprar las demás, de lo contrario podrían perder esa inversión.
El peso correcto lo determinará cada persona, en el caso de los niños debe ser entre el 5% y 10% de su peso.
Seguramente habrá diferencias sobre qué material es el más adecuado. Lo mejor es probar varias opciones en las tiendas y elegir la que se adapte mejor a la persona.
Si se decide usar las mantas con peso, los mejores resultados se obtendrán al combinar esta técnica con muchas conversaciones en familia, caminatas al aire libre, abrazos fuertes y el apoyo de un especialista.