Los senadores sesionan ahora de manera presencial, debidamente distanciados entre las 50 bancas del recinto de Diputados y con barbijo, pero más de uno, para hablar se lo quita o baja.
Filtrado. Debido al distanciamiento social, preventivo y obligatorio, además de cambiar de recinto, los senadores tuvieron que modificar algunas prácticas de convivencia.
Los senadores sesionan ahora de manera presencial, debidamente distanciados entre las 50 bancas del recinto de Diputados y con barbijo, pero más de uno, para hablar se lo quita o baja.
Lo gracioso es que para hacerlo, se ha hecho costumbre pedir permiso a la vicegobernadora Alejandra Rodenas que preside las sesiones y aparentemente también cuida las normas sanitarias.
La mayor dificultad de hablar con el tapabocas es -además de las obvias- la lectura: los lentes se empañan y sin lentes es peor.