El presidente mexicano, Andrés López Obrador, partió este martes hacia Washington para reunirse el miércoles con su colega estadounidense, Donald Trump, y celebrar la entrada en vigor del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en el primer viaje al exterior del mandatario.
Antes de emprender el viaje, el presidente mexicano informó que dio negativo a la prueba de coronavirus que se realizó como parte del protocolo necesario para viajar y encontrarse con Trump en la Casa Blanca.
López Obrador viajó junto a una comitiva integrada por el canciller Marcelo Ebrard, el jefe de la oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, la secretaria de Economía, Graciela Márquez, y 10 empresarios, en un vuelo comercial de Delta Air Lines, debido a que puso a la venta el avión presidencial, informó la agencia EFE.
Estaba previsto que el mandatario llegara esta noche a la capital de Estados Unidos y que las actividades comiencen mañana con una visita a la estatua de Benito Juárez, ubicada cerca del monumento del presidente Abraham Lincoln, donde depositará sendas ofrendas florales.
Por la tarde, López Obrador se trasladará a la Casa Blanca para un encuentro privado con Trump y una segunda reunión entre ambos mandatarios con sus respectivas comitivas.
El motivo oficial de la visita es la entrada en vigor el 1 de este mes del T-MEC, de vital importancia para México, que destina 80% de sus exportaciones al país vecino, por valor de 371.000 millones de dólares anuales.
No obstante, el festejo del convenio -que junto con Canadá lleva a un intercambio comercial en la región de 1,17 billones de dólares- será parcial por la ausencia del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, que faltará a la cita porque tiene reuniones ministeriales y parlamentarias en su país.
El acuerdo es visto como un salvavidas crucial para México ante el desplome económico mundial por la pandemia.
Sin embargo, el viaje de López Obrador no está exento de polémica porque una parte de la opinión pública considera que con la visita se rinde pleitesía a Trump, famoso por sus exabruptos e insultos a México y su marcado discurso antiinmigración.