Ignacio Pellizzón
El Litoral dialogó con uno de los pocos imputados que hay por la quema indiscriminada en el humedal. Es propietario de un terreno frente a Rosario y Pueblo Esther, y argumenta que su propiedad también fue víctima de los incendios y que detrás de esto “hay una agrupación”.
Ignacio Pellizzón
Los incendios en las islas del Delta del Paraná no cesan. Desde diversas ONG se vienen realizando protestas a la altura del puente que une a Rosario con Victoria en protesta por la quema indiscriminada de pastizales. Inclusive, más de 150 kayakistas cortaron el río de costa santafesina a costa entrerriana como un método innovador e ingenioso de reclamar por el fin del fuego y la ley de Humedales.
Uno de los integrantes de la organización ecologista, El Paraná No se Toca, Jorge Bártoli, advirtió que las llamas “ya atravesaron la traza vial Rosario-Victoria, y viene avanzando desde el sábado último cuando recrudeció en la zona de Boca de la Milonga”.
También señaló que, pese a la llegada de más personal para combatir el fuego, “la magnitud del fuego hace que ese personal y los medios para combatirlos sean escasos”.
“El fuego ahora está al sur de la traza vial Rosario-Victoria, afecta la isla La Deseada, pero el temor es que avance sobre viviendas ubicadas en la zona del Paraná Viejo e isla El Charigüe”, detalló el ambientalista.
Según datos relevados por ambientalistas y suministrados por la NASA, el último reporte indica que en la semana 34 (del 17 al 23 de agosto), “se detectaron 6.237 focos de incendios, contra 3.808 de la semana anterior” en las islas del delta del Paraná.
A su vez, hay incendios forestales en todo el país. En total, han arrasado hasta el momento unas 120.000 hectáreas. Las sequías en las principales regiones productivas del país y el accionar devastador del fuego dejará pérdidas en millones de dólares que aún no fueron calculadas por las autoridades nacionales y provinciales.
El Delta del Paraná y Córdoba son las zonas más afectadas. En esta última provincia se declaró la emergencia por desastre agropecuario, porque el fuego ya afectó más de 40 mil hectáreas. Estiman que el 90% de los perjudicados son pequeños productores con menos de 100 animales.
El intendente de Rosario, Pablo Javkin, se reunió esta semana con integrantes de la Multisectorial Humedales, en el marco de una reunión de emergencia ante el agravamiento de los incendios y quema de pastizales en el Alto Delta del Paraná. Durante el encuentro se acordaron pautas específicas para el seguimiento del plan de manejo del fuego.
“Recientemente llegó un helicóptero y una tanda de 15 brigadistas que se van a completar con 40 más. Eso nos va a permitir recuperar la capacidad de intervención del plan del manejo del fuego y, desde ya que reconociendo la valentía de quienes fueron a intervenir, también dar la respuesta institucional acorde con personal capacitado y sobre todo en los lugares donde hay riesgo de vivientes”, expresó Javkin al cierre del encuentro que mantuvo con los ambientalistas en el Palacio Municipal.
En el cónclave, también se acordó con los integrantes de la Multisectorial una serie de pautas para trabajar conjuntamente en el marco de la emergencia ambiental que azota a la región.
Raul Morist es de Rosario y tiene un campo frente a la ciudad y Pueblo Esther que heredó de su familia, que lo compró en 1974. Es uno de los imputados por el juzgado federal de Paraná por los delitos de “incendio u otro estrago y atentado contra la seguridad de naves o aeronaves”.
“Es un campo que lo tenemos desde hace muchos años y vivimos disfrutando prácticamente de la naturaleza de ese campo. No es un campo redituable. No es un campo que lo alquilamos ni somos ganaderos”, aseguró a este medio.
“Lo tenemos simplemente para disfrutar de la naturaleza. No se trata de un terreno gigante, como piensan algunos. Para nosotros es muy lindo poder tenerlo, pese a que lo tengamos a la venta. Yo me pienso quedar con un poco del terreno, porque es algo que uno disfruta todos los fines de semana en familia y con amigos”, explicó.
Con relación a las quemas, Morist afirmó que “siempre hubo quemas, pero no en esta época”. “Las quemas se hacen controladas cuando termina el invierno, se inicia la primavera, cuando ya no caen más heladas y puede brotar el pasto de mejor manera, más verde”.
Y añadió: “Quemar las islas fuera de temporada es arruinar el campo, es quitarle el alimento a las vacas, quemarle sus alimentos. Si bien el campo está seco, es lo único que tiene el animal para comer y le estamos arruinando el negocio al ganadero que se dedica a esto”.
-¿Usted fue víctima de los incendios?
-Mi campo fue víctima de incendio. A mí me imputaron por la quema en febrero. Es algo un poquito irrisorio, porque que me imputen a mí porque se me quemaron 50 hectáreas y hoy llevan quemadas más de 500 mil hectáreas y los focos cada vez se multiplican más, que imputen a pocas personas en total por la quema total en febrero, me parece que le están errando la puntería. Acá hay algo más.
-¿Qué hipótesis baraja?
-La hipótesis que barajo en el incendio de mi campo quemado en febrero, yo creo que fue accidental. Supongo que alguien que fue a acampar, quiso encender un fuego para espantar mosquitos y se le fue de la mano. Porque no hay sentido, es algo que no se entiende el motivo porque hoy están quemando. Ni el ganadero, ni el propietario, ni el isleño y tampoco la gente que sale a navegar y disfrutar del río van a tener intenciones de quemar las islas. Es algo ilógico.
Lo que sí puedo decir es que no se trata de una sola persona. Esto es una agrupación, porque hay tres provincias que se están quemando: Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires. No puede haber una sola persona, acá hay una agrupación con un sentido en común que desconozco.
-¿Cree que son pertinentes las medidas que se están tomando?
-Las medidas que yo estoy viendo, son simplemente la gente que está yendo a apagar el fuego. No sé qué medidas está tomando. Estoy viendo que hay más control en las islas, que están prohibiendo las navegaciones y me parece bien que haya mucho control. De hecho, yo ofrecí un terreno para que instalen un destacamento en la isla para que se pueda controlar. La isla es tierra de nadie. En mi campo yo tengo unas 15 casas, aproximadamente, que son intrusos. Prácticamente me es imposible sacarlos. Se fueron instalando de a poco, se fueron sumando más amigos y fácil hay doce casas juntitas.
Es difícil hacer algo al respecto. Yo ya lo intenté, pero no tuve buenas respuestas. Tuve que hacerme el zonzo y aguantarme la situación. Me dijeron que era el último rancho que hacían y me tuve que callar, pero no es fácil. Saqué a mucha gente que va a cazar y algunos aceptan, pero otros te amenazan y no es fácil sacar a la gente. Imagínate que, si en la ciudad te roban, allá en las islas hay gente que está armada y tenés que estar preparado para ir a echarlos.
-¿Cuándo cree que se podrá controlar esta situación?
-Yo creo que por la gran sequía que hay, esto no lo van a poder parar así nomás. Porque hay una intención de los fuegos, tanto en las islas como en los alrededores de Rosario. Es realmente algo muy complicado. No entiendo cuál es el motivo. Esto va para largo. Hasta que no crezca el río, hasta que no venga la lluvia, va a ser difícil poder controlarlo.