El ex jefe de la comisaría de Capiovi, Comisario Luis Alberto Salazar, quedó imputado en la causa que se investiga el robo y venta de autopartes y repuestos de automóviles y motocicletas que fueron secuestrados en procedimientos policiales.
Citación como “testigos sospechosos” a tres mecánicos de Capioví
El ex jefe de la comisaría de Capiovi, Comisario Luis Alberto Salazar, quedó imputado en la causa que se investiga el robo y venta de autopartes y repuestos de automóviles y motocicletas que fueron secuestrados en procedimientos policiales.
El Comisario está acusado de “hurto agravado, negociación incompatible e incumplimiento de deberes” en su carácter de servidor público. Además, este fin de semana, la Jefatura de Policía, ordenó su pase a disponibidad junto a un sargento y una cabo primera de policía, que también cumplían funciones en la seccional.
El ex jefe policial fue denunciado por dos subalternos (una mujer policía primero y otro compañero después) que prestan servicio en la seccional de Capioví. La agente formalizó una denuncia contra su jefe ante la Jefatura de Policía, a fines de agosto de este año, por supuesto acoso laboral. De esta denuncia se desprendieron elementos que pudieran involucrar además a Salazar en maniobras delictivas con los vehículos que permanecen secuestrados en dicha comisaría por infracciones de tránsito y falta de documentación.
La División Asuntos Internos, comenzó a investigar el caso y se conoció la denuncia ante la Fiscalía de Puerto Rico de otro agente de policía de la comisaría de Capioví contra su jefe, en este caso por irregularidades con los vehículos (autos y motos) que están en depósito judicial por secuestros realizados por la fuerza en el ejido municipal de la comuna.
Es partir de eso, el Juez de Instrucción de Puerto Rico, Manuel Balanda Gómez, inició las investigaciones y ordenó a la Gendarmería la realización de seis allanamientos; en tres talleres mecánicos, en la división del Comando Radioeléctrico de Capioví, en los sectores de depósito de vehículos y motos secuestradas y en la casa del comisario denunciado.
En su denuncia, el agente de la comisaría de Capioví había manifestado el faltante del resguardo judicial de un automóvil y tres motocicletas y habría aportado videos y fotografías de los movimientos que se realizaban con los vehículos secuestrados, según trascendió. Durante uno de los allanamientos, los gendarmes encontraron el auto a medio desarmar en un taller mecánico y, en otro, una de las motos, cuando los vehículos deberían permanecer en custodia policial en la comisaria, a cargo del Comisario Luis Salazar. Otra moto fue hallada luego en el depósito de la comisaría y un tercer motovehículo, denunciado como faltante, no fue encontrado en el municipio y no se descarta que el mismo haya sido comercializado en el mercado negro.
Entre las medidas dispuestas por el juez Balanda Gómez en la prosecución de las investigaciones, figura el inventario de todos los vehículos secuestrados por la policía que están en resguardo judicial en Capioví. Además, el magistrado ordenó la ampliación de la denuncia del agente que acusó a su jefe en la comisaría, la citación como “testigos sospechosos” a tres mecánicos del pueblo y a la indagatoria del propio comisario Luis Salazar.
Cabe mencionar que el automóvil que estaba siendo desarmado -o rearmado- en uno de los talleres allanados, fue secuestrado en un operativo de tránsito el año pasado, porque su propietario tenía vencida la VTV. Cuando el dueño pagó la multa y fue retirar el rodado, se enteró que le faltaban piezas al vehículo, por lo que se presume que estaba en el taller mecánico –fuera del depósito policial- para ser reparado.