“Los precios de la carne bovina han aumentado un 55% en los últimos 12 meses, muy por encima de la variación del nivel general de precios (37%). Esta dinámica, un ajuste en términos reales del 12%, es llamativa en términos de la fuerte crisis económica local, que incluye pérdida de empleos y caída de ingresos en términos reales en amplios segmentos de la población”.
El párrafo pertenece a un informe de Juan Manuel Garzón para el Ieral/Fundación Mediterránea,y advierte sobre la dinámica de precios internos de alimentos en uno de los rubros tradicionalmente más sensibles a la inflación en el país.
Eso en medio de datos del IPC que marcaron una aceleración al 3,8% en octubre pasado, un dato más que preocupante teniendo en cuenta que los precios regulados “tarifas subsidiadas” siguen congelados y que las góndolas muestran más incrementos en los consumos concentrados en tiempos de pandemia.
>>> 50 kilos por habitante/año es el promedio de consumo interno de carne vacuna con hueso, el registro más bajo desde la historia registrada en la materia en el país.
Garcón detalló que “la explicación del fenómeno reside en la fortaleza de la demanda externa y en la evolución de las exportaciones, que van a otra velocidad a la que crece la producción. Mientras que las colocaciones externas se han expandido un 12,0% en los primeros nueve meses, la oferta de carne ha logrado crecer sólo 1,2% respecto al 2019”.
El informe detalla que “por esta asimetría, el consumo interno de carne bovina está convergiendo hacia un promedio de 50 kilos por habitante año (res con hueso), la cifra más baja en décadas”.
En lo que va de noviembre (contabilizado hasta el día 17), los precios medios de la hacienda acumulan una suba de entre el 5,9% (vacas) y 8,6% (vaquillonas) respecto a octubre, en el mercado de Liniers. “Se trata de variaciones muy importantes que difícilmente pasen desapercibidas en el mostrador y que anticipan un cierre de año con mucha tensión sobre los precios internos”.
Sobre las causas de esta evolución, el autor del informe señaló “el crecimiento sostenido que muestran los envíos de carne bovina hacia distintos mercados del mundo, particularmente China.” Detalló que “en lo que va del año el gigante asiático representó el 73% del volumen total exportado de carne bovina y el 61% de las divisas generadas”.
Garzón también señaló a “la dinámica de la producción y el nivel (muy bajo) en el que se está ubicando el consumo interno”, así como a “lo sucedido con los precios de la hacienda en las últimas semanas”. Y advirtió “sobre la posible intención del gobierno, a pedido de actores de la cadena, de modificar el esquema de derechos de exportación”.