Perú amaneció este viernes con una de sus principales rutas bloqueada por trabajadores metalúrgicos, que reclaman al Gobierno que les traspase una empresa que amenaza con cerrar y dejar en la calle a 2.500 trabajadores.
Perú amaneció este viernes con una de sus principales rutas bloqueada por trabajadores metalúrgicos, que reclaman al Gobierno que les traspase una empresa que amenaza con cerrar y dejar en la calle a 2.500 trabajadores.
El corte de la Carretera Central se suma a otro iniciado el lunes en la ruta Panamericana por peones rurales que reclaman la derogación de una de ley que los obliga a trabajar un número indeterminado de horas diarias por un salario de explotación.
Trabajadores de una fundición de minerales interrumpieron el tránsito en la Carretera Central en La Oroya, un pueblo minero situado 175 kilómetros al este de Lima y a 3.750 metros sobre el nivel del mar.
"La Carretera Central se encuentra totalmente bloqueada", dijo el Canal N de televisión, que mostró imágenes de neumáticos encendidos y piedras sobre esta ruta que conecta a la capital con la sierra central del país.
El Complejo Metalúrgico Doe Run Perú está en vías de liquidación, lo que dejaría unos 2.500 desempleados en La Oroya, según medios locales.
Los trabajadores buscan que el Gobierno les traspase la empresa a ellos para retomar la producción y salvar sus empleos.
La Carretera Central fue cerrada por los obreros metalúrgicos cuando se cumplían cinco días de bloqueos de la carretera Panamericana en las regiones agrícolas de norteña La Libertad y la sureña Ica, por parte de trabajadores de empresas agroexporotadoras, que exigen mejoras salariales, entre otras demandas.
Con información de Telam