El gobierno de EE. UU. Impuso medidas de seguridad sin precedentes en la ciudad luego del mortal ataque del 6 de enero contra el Capitolio por partidarios del expresidente Donald Trump, incluidas cercas coronadas con alambre de púas y puestos de control controlados por la Guardia Nacional.
El funcionario, que habló bajo condición de anonimato, dijo que el número de efectivos de la Guardia Nacional que dieron positivo en la prueba podría aumentar, pero aún era una pequeña fracción de los más de 25.000 soldados desplegados en la ciudad en los últimos días.
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La Guardia Nacional dijo en un comunicado que no discutiría los casos de coronavirus, pero que el personal estaba siguiendo las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, incluidos controles de temperatura cuando salieron de su estado de origen y llegaron a la ciudad, junto con un cuestionario de detección.
El ejército ha dicho que se están haciendo arreglos para que miles de soldados regresen a casa y que se espera que alrededor de 15.000 salgan de Washington en los próximos cinco a 10 días.
Se espera que unos 7.000 miembros de la Guardia Nacional se queden al menos hasta fin de mes, dijeron las autoridades. También prevén que unos 5.000 soldados permanezcan hasta mediados de marzo, pero ese número y ese período de tiempo podrían cambiar.