Según las primeras estimaciones 7 viviendas sufrieron la voladura parcial de sus techos, medio centenar de árboles se desprendieron de sus raíces, varias columnas de los servicios cayeron y hay infinidad de cables cortados.
Hubo ráfagas de 87 km/h y cayeron unos 21 mm hasta las 7. Se volaron techos y había muchos árboles dañados. No se registraron personas heridas.
Según las primeras estimaciones 7 viviendas sufrieron la voladura parcial de sus techos, medio centenar de árboles se desprendieron de sus raíces, varias columnas de los servicios cayeron y hay infinidad de cables cortados.
Cerca de la 1.45 de este martes, y de manera repentina, la ciudad del oeste santafesino padeció vientos de casi 90 km/m y la lluvia se abatió con gran intensidad en un corto lapso ocasionando dificultades en todo el casco urbano.
En total fueron 11 postes de empresas de telefonía/cable y 8 columnas de alumbrado público las que se derrumbaron
El agua penetró en casas de los sectores en donde el suelo es más bajo y los habitantes debieron recurrir al pedido de bolsas de arena para contener el ingreso del líquido.
Hasta la media mañana no se había reportado destrozos en bienes muebles e inmuebles como consecuencia de los árboles que perdieron su estabilidad.
A su vez, se produjo en el anegamiento de calles, aunque la precipitación solo alcanzó los 21 mm y no se produjeron dificultades para la circulación vehicular debido a la hora en que se registró el fenómeno.
El panorama a primera hora de la mañana se presentaba casi normal porque, a pesar de la impresionante cantidad de ramas que se cortaron, las cuadrillas municipales trabajaron durante la madrugada para despejar calles y veredas.
En función de la inestabilidad climática que presenta la región, la titular del área de Servicios Públicos, Bárbara Chivallero, señaló a El Litoral que en la mañana se contiuaba “levantando las columnas de alumbrado público y juntando las ramas que aún no fueron retiradas”.
Igualmente, apuntó que se seguían llevando adelante distintos operativos en toda la ciudad, “fundamentalmente, monitoreando el sistema de desagüe, los canales primarios y secundarios, lagunas de retardo y bocas de tormenta porque las ráfagas hicieron que se acumulen muchas hojas en las rejas”.
“Teniendo en cuenta la emergencia climática -sostuvo la funcionaria-, la tarea continuará esta tarde y seguramente nos demandara también toda la jornada de mañana, pero estamos muy atentos a lo que pueda pasar en las próximas horas”.