Un preso será juzgado en la localidad salteña de General Güemes, acusado de haber intentado asesinar a puñaladas a su pareja en enero del año pasado durante una visita íntima al penal en el que se encuentra detenido por narcotráfico, informaron fuentes judiciales.
El fiscal penal Ricardo Toranzos, del Área de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Salta, acusó formalmente a Oscar Ramón Luna por el delito de "homicidio agravado por el vínculo y violencia de género, en grado de tentativa" y adelantó que pedirá una pena de 11 años de prisión efectiva si es encontrado culpable en un juicio oral.
El pedido fue formulado en el marco de la audiencia de control de acusación penal encabezada por el juez de revisión de la Cámara de Apelaciones de Salta, Alejandro Castellanos, quien dio por formalizada la acusación contra Luna.
Además, el magistrado recibió las pruebas que serán presentadas en el juicio, cerró la etapa de investigación preparatoria e intermedia, y dispuso que el caso avance al Tribunal Oral Federal, para que el preso sea juzgado.
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Durante la audiencia, el fiscal solicitó la pena de 11 años de prisión efectiva e inhabilitación absoluta para Luna, postura que fue acompañada por la querella, ejercida por la abogada Tania Kiriaco.
El hecho ocurrió el 17 de enero de 2020, en las instalaciones del Complejo Penitenciario Federal NOA III, ubicado en la localidad de General Güemes, a 55 kilómetros de Salta Capital. Los voceros detallaron que se trató de un encuentro entre Luna, que está alojado en ese penal a disposición del Tribunal Oral Federal 1 de Salta, por un proceso penal por el delito de transporte de estupefacientes, y su pareja, con quien tiene una hija menor de edad.
La pareja compartió un tiempo familiar en la planta baja, donde las personas privadas de la libertad sociabilizan con sus visitas, y luego ambos subieron a la primera planta del penal, donde están las habitaciones para la visita privada, dijeron las fuentes. Allí, y según lo relatado por la víctima, Luna le aplicó un corte a la altura del cuello, por lo que ella se trabó en lucha para defenderse y gritó por auxilio.
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Los gritos alertaron al agente Eduardo Acosta, quien intervino de inmediato y, con la ayuda de otros guardias, logró reducir al atacante, auxiliar a la víctima y trasladarla de inmediato al hospital local, donde se estableció que presentaba una profunda herida en el cuello, por la que debieron darle siete puntos. Durante la audiencia, Toranzos sostuvo que Luna actuó en el marco de un plan que ideó y que tenía como fin matar a su pareja, por quien se sentía traicionado.
De la investigación surgió que Luna no sólo planificó cómo esconder el cuchillo con el que atacó a su pareja, sino que también dejó tres cartas dirigidas a la justicia, a su suegra y a su propia hija, con la intención de quitarse la vida después de cometer el hecho.
Por otra parte, Toranzos comentó que Luna estaba bajo tratamiento psiquiátrico por el diagnóstico de "celopatía”, lo que fue el detonante de la conducta homicida desplegada.
Además, resaltó el contexto de género de la acción criminal del recluso, quien se aprovechó de su mayor fuerza sobre su víctima, pues era “hachero” y contaba con una ventaja importante sobre su pareja.
Tras la acusación de Toranzos, la defensa, a cargo de Félix Arancibia, no planteó objeciones.
En una audiencia siguiente, también dirigida por Castellanos, el fiscal acusó formalmente a un guardiacárcel por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, ya que tuvo una conducta dolosa al no tomar los recaudos en el traslado de Luna al encuentro con su pareja, con una expectativa de pena de un año de prisión condicional, más la inhabilitación contemplada por la ley.