Ignacio Pellizzón | [email protected]
Ignacio Pellizzón | [email protected]
La indignación que causaron las multas labradas a varias conductoras de la aplicación She Taxi por utilizar barbijos violetas con logos alusivos a la app, impulsó que en el Concejo de Rosario se vote a favor de un cambio clave en una legislación.
Se avanzó en que el Ente de la Movilidad de la ciudad modifique una resolución de la ordenanza que sanciona las publicidades en los servicios públicos privados e incorpore el tapabocas a la vestimenta permitida, de modo de que no se produzcan más “interpretaciones arbitrarias”.
“No somos ilegales y mucho menos lo es el motivo de infracción. La realidad es que nos vienen persiguiendo de distintas maneras. Hay una violencia simbólica e institucional presente en cada uno de estos gestos”, fue lo que manifestaron las conductoras ante las multas y el mensaje que el propio Palacio Vasallo recibió.
Tras presentarse, las afectadas, ante Tribunal de Faltas lograron que se labre un acta retirando las multas. “Se decidió absolver a la compareciente, por no constituir su conducta una falta, infracción o contravención tipificada en el ordenamiento municipal”, estableció el escrito de la jueza.
Este asunto tomó seriedad institucional porque las multas quedaban registradas en las actas labradas, mencionando que el logo en los barbijos era publicidad prohibida. Al revisar minuciosamente la normativa vigente, la concejala Fernanda Gigliani encontró puntos muy contradictorios en relación a lo que sucede en la realidad.
“Según la normativa vigente, se expresa muy detalladamente la vestimenta que deben llevar varones y mujeres taxistas, lo cual, claro está, que no se cumple. Uno de los puntos señala que ‘todos los taxistas tienen que utilizar ropa con telas lisas’, y esto no ocurre en absoluto en la práctica”, contó a El Litoral Gigliani.
Más allá de estos detalles, en la legislación actual no se hace mención a los barbijos, porque se trata de un accesorio que surgió en el marco de la pandemia como una medida sanitaria para evitar cualquier tipo de contagio.
Además, agrega la edila, en el apartado donde la normativa menciona la publicidad, se deja en claro que ‘podrá llevar en la vestimenta o en el interior del taxi agrupaciones o empresas de radio taxi’, lo que en el caso de She Taxi “se enmarca dentro de una agrupación de mujeres taxistas que, a diferencia del resto de las apps, tiene sus coches habilitados por el propio municipio”.
Al no tratarse de una falta que esté tipificada, se generó un escándalo por el hecho de detectar por parte de las taxistas multadas una situación de animosidad contra la aplicación y contra ellas como conductoras de un taxi.
Por eso, para evitar más conflictos de cara al futuro, Gigliani impulsó en el Concejo una propuesta, que se votó y aprobó, para que el Ente de la Movilidad modifique la resolución dentro de la normativa que regula los servicios públicos de la ciudad e incorpore los barbijos dentro de la vestimenta, dado que no se sabe cuánto tiempo más habrá que utilizarlos.
Este cambio “evita que en el análisis y en la interpretación de la normativa haya una arbitrariedad manifiesta y de animosidad contra She Taxi”, destacó la concejala, porque “la mayoría de los varones taxistas tienen barbijos con logos de fútbol, entre otros, y no son sancionados y las multas solo ocurren con esta app en particular”, cerró.
De esta manera, el propio Concejo le solicitó al Ejecutivo que dicte la resolución donde quede perfectamente establecido que la utilización del barbijo con cualquier tipo de inscripción o logo no constituye una falta tipificada en las normas vigentes.