Otro violento hecho de inseguridad fue registrado por cámaras de vigilancia, en esta ocasión, tuvo lugar en la localidad bonaerense de Quilmes. Allí, un policía fuera del horario de servicio defendió a su propia hija de un asalto y le pegó cuatro disparos de arma de fuego al ladrón.
Se trata de un agente de la fuerza que se desempeña en Capital Federal y que al observar que esta joven de 24 años había sido tomada del cuello y apuntada en su cabeza por un motochorro, decidió tomar partido.
El hecho se desarrolló mientras el hombre se encontraba detenido en horas de la noche cambiando un neumático de su camioneta tras un desperfecto. En dicho instante, dos malvivientes se aprovecharon e intentaron sustraer elementos de valor.
Las imágenes fueron captadas por las cámaras de videovigilancia de un domicilio de la cuadra. En la parte superior del cuadro se puede ver el forcejeo y la posterior huida de los malhechores.
Herido, el delincuente volvió a subirse a la moto y se dio a la fuga junto a su cómplice. Mientras tanto, el uniformado junto a su hija y su mujer, que también estaba en el sitio, resultaron ilesos.
Minutos más tarde, la Policía halló al motochorro en la guardia de un hospital con dos disparos en el abdomen, uno en la boca y otro en la pierna. Finalmente, fue detenido y se dispuso una guardia en el lugar, ya que debió ser operado por las lesiones. Actualmente se encuentra internado con “estado reservado".
Por el momento, el oficial involucrado no está detenido ni imputado, ya que las cámaras de seguridad de la zona evidenciaron que se habría tratado de legítima defensa, según la fiscalía local.