La causa en la que se investiga el envenenamiento de Gabriel Páez Albornoz, efectivo de Seguridad Rural, tuvo un drástico giro ayer y personal de la Brigada de Investigaciones detuvo a su pareja. La medida se concretó luego de que restos de la sustancia tóxica utilizada, llamada «metomil», fuera encontrada en el patio de un vecino.
El operativo se llevó a cabo en horas del mediodía en la vivienda que ambos comparten en la avenida 13 de Caballería y alrededor de las 14.30 fue detenida. Fue trasladada para fichaje a la Jefatura de Policía y luego a la Seccional Sexta, donde quedó alojada.
Tenés que leerLa Pampa: un policía grave y el perro de la comisaría muerto tras intoxicarse ambos con un licuadoFuentes ligadas al expediente confirmaron que la mujer se transformó en la principal sospechosa de la causa. «Llevamos adelante mucha cantidad de diligencias para determinar si era accidental o no este hecho, y si había alguna persona involucrada», explicaron. En la semana fueron «surgiendo algunas cuestiones» y, como corolario, realizaron un allanamiento ayer en la vivienda de un vecino que dio aviso a la Policía tras encontrar elementos en su patio, el cual comparte una pared medianera con la casa donde vive la mujer. «Encontramos evidencias que a nuestro criterio vinculan directamente a esta mujer al menos con el preparado que tomó el hombre y que le causó el estado de salud que tiene», señalaron.
En el patio del vecino hallaron elementos que se presumen la sospechosa habría descartado «porque obviamente como fuimos a hacer allanamientos a su casa no ha querido que nosotros la encontremos».
Entre las pruebas que se logró reunir en la causa está acreditado que la mujer habría preparado el licuado. En la licuadora hallaron restos de «metomil», un poderoso insecticida, y en el patio de la casa del vecino hallaron un paquete de esa sustancia. Todo esto es lo que hizo que la mujer se transforme en la principal sospechosa y se presume que intentó descartar las pruebas tirándolas antes de que se concrete el allanamiento en su vivienda. Por otro lado, las fuentes consultadas indicaron que el hijo que ambos tienen en común quedó al cuidado de su abuela materna.
Lo que aún está en duda es el presunto móvil y los investigadores no descartan nada. «Estamos trabajando sobre eso», deslizaron ante la consulta sobre antecedentes de violencia de género y agregaron: «no hay denuncia pero es materia de investigación también».
De todas maneras, tendrá posibilidad de declarar en la Audiencia de Formalización que se realizará en su contra, donde podría ser acusada de tentativa de homicidio. «Vamos a escuchar lo que tenga para decir con respecto al hecho, si es que quiere declarar. Ya designó defensor particular», indicaron.
El hecho investigado ocurrió en la noche del domingo, alrededor de las 20.40 y en un primer momento intervino personal de la Seccional Quinta de Toay. El efectivo fue a trabajar a la sede de Seguridad Rural y en un momento «consume un preparado (un licuado) que llevó desde su casa». Al sentirle «gusto feo, tira la otra parte al suelo».
El can de la dependencia consumió lo que estaba en el piso, a los pocos minutos comenzó a brotarle espuma de la boca y falleció. Luego, el muchacho «se descompensó y le mencionó a sus compañeros que le faltaba el aire». Sus compañeros decidieron subirlo a una camioneta particular y trasladarlo al hospital Segundo Taladriz de Toay. Allí recibió atención inmediata, pero «como era tan grave su cuadro lo terminan trasladando de urgencia al hospital Lucio Molas por posible intoxicación, donde quedó internado en Terapia Intensiva».
La primera medida que se adoptó fue enviar a la Agencia de Investigación Científica (AIC) al lugar del hecho. Como había arrojado gran parte del licuado al piso, el personal logró tomar una muestra para «analizar y determinar el tóxico que le causó esa descompensación». Además, se le tomaron muestras de orina al damnificado.
También hubo allanamientos en la vivienda y se le hizo una autopsia al can donde retiraron contenido gástrico, que también fue enviado para su correspondiente análisis.
Las fuentes consultadas por este diario señalaron que la sustancia tóxica que se habría utilizado es «metomil». Esto fue hallado en la licuadora utilizada para preparar la bebida y entre los elementos descartados.
Este químico es un insecticida y acaricida conocido a nivel internacional por ser «altamente peligroso y tener un elevado historial de accidentes graves y fatales de intoxicación en humanos», según el Manual de Plaguicidas de Centroamérica publicado por la Universidad Nacional de Costa Rica.
Por otro lado, la información disponible sobre la sustancia indica que «es un insecticida carbámico, tóxico por contacto y por ingestión, que altera las funciones neurofisiológicas de los insectos que atacan a frutales, hortalizas y cereales».
El ingrediente activo Metomilo «pertenece al grupo químico de los carbamatos». Puede ser letal si es ingerido o inhalado, por lo que se recomienda «evitar su inhalación, el contacto con la piel, los ojos y las ropas», y evitar respirar la neblina de la pulverización. Para manipularlo, se sugiere utilizar «antiparras de seguridad, mascarilla con filtro, guantes impermeables, overol impermeable y botas de goma».
El efectivo de Seguridad Rural continúa en estado «crítico», según informaron fuentes ligadas a la investigación en las últimas horas. Si bien mejoró su oxigenación, sigue internado con respirador en la terapia intensiva del hospital Lucio Molas.
El último parte médico indica que se encuentra en «situación crítica». En las últimas horas, mejoró «un poco» la oxigenación pero padece de «neumonía» y requiere de asistencia respiratoria mecánica.
«El resto no ha mejorado», reconocieron las fuentes consultadas. El efectivo está siendo alimentado por sonda con muy poca cantidad debido a que no funcionan bien sus órganos producto de la intoxicación que habría sufrido.
La evolución de su cuadro es clave en la causa, debido a que de eso dependerá la acusación que formule el Ministerio Público Fiscal contra la única detenida: su pareja. Por el momento, se desprende que la imputación será por tentativa de homicidio agravada por el vínculo, sin embargo esto podría modificarse. Por lo pronto, hoy por la mañana se llevará a cabo la Audiencia de Formalización y la mujer podrá prestar declaración.
Un trabajo multidisciplinario
En la Justicia destacaron que el rápido desenlace de esta etapa de la investigación se debió a un trabajo «multidisciplinario». La causa, a cargo de los fiscales Oscar Cazenave y Selva Paggi, se trabajó «desde diferentes áreas con muchas especialidades». Entre ellas intervinieron la Brigada de Investigaciones de la UR-I, la Seccional Quinta de Toay, la Agencia de Investigación Científica que realizó las pericias, la División de Análisis de Telecomunicaciones, el Equipo de Abordaje ante Incidentes Críticos y la Oficina de Atención a la Víctima.