Histórico: las mujeres iraníes podrán ingresar a los estadios de fútbol
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17:25
Desde la Revolución Islámica de 1979, liderada por el ayatolá Ruholá Jomeiní, las mujeres de Irán no tienen derecho a entrar a los estadios para ver jugar a los hombres. Sus autoridades iraníes argumentan que el ambiente de los estadios no es el apropiado para las mujeres porque los aficionados tienen a veces un comportamiento violento y emplean un lenguaje soez.
Las mujeres han podido comprar por primera vez entradas, aunque en número limitado, para el partido que la selección masculina jugó el pasado jueves con clasificación para el Mundial de Catar 2022 entre las selecciones de Irán y Camboya, que se jugará en el estadio Azadi de Teherán.
Todo un logro si se tiene en cuenta que en ese campo emblemático sólo se ha permitido acceder a algunas mujeres en dos ocasiones: el partido entre el club iraní Persépolis y el japonés Kashima Antlers de la Liga de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC) en noviembre pasado, y el amistoso entre Irán y Bolivia, en octubre del 2018.
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"Se han hecho todos los preparativos necesarios para que las mujeres (...) puedan entrar en los campos de fútbol", ha explicado el ministro de Deportes Soltanifar, que limitó "inicialmente" el alcance de esta medida a los partidos de la selección nacional.
Las autoridades habilitaron entradas, baños y zonas separadas para mujeres en el Estadio Azadi de Teherán, donde Irán juega la mayoría de sus partidos, incluyendo los cotejos por la clasificación para el próximo Mundial.
El ministro también confirmó que disponen de un despliegue adicional de policías para que las mujeres puedan entrar y salir de las instalaciones “con seguridad”.
Si bien representa un avance en el reconocimiento de los derechos y libertades de las mujeres, es una alegría a medias. Solamente podrán asistir un total de 4.000 mujeres de las 78.000 plazas con las que cuenta el estadio.
Además, serán separadas de los hombres en gradas diferentes con verjas que las rodean. Todo esto ocurrió tras el revuelo que provocó la muerte de Sahar Khodayari, que se inmoló el mes pasado en Teherán al ser condenada a 6 meses de cárcel por haberse colado en un estadio de fútbol.