La Unión Europea obligó a AstraZeneca a publicar los términos del contrato para la provisión de vacunas

Finalmente, la presión de Bruselas ha forzado a AstraZeneca a publicar el contrato firmado entre las dos partes para el suministro de unas vacunas que ha provocada una tensión al alza entre la Comisión Europea y la farmacéutica. Sin embargo, es una versión con muchas líneas y párrafos tachados, por razones de confidencialidad. Del total de tachados, un 95% es a petición de la compañía, según indican fuentes europeas.

Entre los elementos suprimidos de la versión publicada están tanto los precios de la vacuna como los plazos de las entregas. El retraso en este calendario es el que ha provocado la irritación de Bruselas que, vista la falta de explicaciones convincentes de la empresa, teme que se estén desviando dosis que correspondían a la Unión Europea, y muy en concreto al Reino Unido. Aunque los números siguen siendo oficialmente confidenciales, fuentes europeas mantienen que AstraZeneca solo va a suministrar un 25% de las dosis comprometidas en el primer semestre.

Precisamente, un elemento que aparece en el contrato que avala el argumento que la Comisión Europea ha defendido desde el principio, que dos centros de producción de AstraZeneca situados en el Reino Unido están incluidos entre las que fabrican para la Unión Europea.

En el artículo 5.4 se indica que AstraZeneca utilizará la producción de las plantas situadas en la Unión Europa, y que, para este objetivo preciso, se incluye también al Reino Unido. Más adelante, se especifica que dos de las plantas de producción están en el Reino Unido. Esto avala la posición Europa que mantiene que las dosis que se produzcan es estas fábricas en territorio británico deben ir a la Unión Europea.

El argumento que ha dado AstraZeneca es que firmó tres meses antes el contrato con el Reino Unido, por lo que está obligado a facilitarle las dosis con preferencia. Algo que Bruselas niega de forma rotunda. “Rechazamos el principio de primero llegado, primero servido, puede aplicarse en la carnicería del barrio, pero no en el contrato”, dijo esta semana la comisaria de Salud, Stella Kyriakides.

El contrato se firmó en agosto cuando el Reino Unido ya no estaba formalmente en la Unión Europa, pero aún seguía en un período de transición durante el cual estaba sometido a las mismas obligaciones que el resto de estados miembros.

El contrato especifica que AstraZenca se compromete a hacer los “Mejores Esfuerzos Razonables”, para disponer de las capacidades para fabricar los 300 millones de dosis de la vacuna, con la opción abierta a que la Comisión Europea ordene 100 millones adicionales.

También se define lo que se entiende por este concepto, el de Mejores Esfuerzos Razonables. Supone llevar a cabo la actividad y el esfuerzo que otra compañía similar, con infraestructura y recursos similares, utilizaría para desarrollar, fabricar y comercializar la vacuna teniendo en cuenta la urgente necesidad de la vacuna para acabar con la pandemia global.

Esta definición viene complementada por el punto 13.1e, donde se especifica que la empresa no está sometida a otros contratos que le impidan llevar a cabo esta obligación. Se especifica que AstraZeneca “no tiene ninguna obligación, ni contractual ni de otro tipo, hacia otra persona o tercera parte en relación con las Dosis Iniciales Europeas (los 300 millones encargados)…que puedan impedir la ejecución completa de sus obligaciones de este acuerdo”.

Son los puntos en que se basa Bruselas para especificar que las razones del retraso suministradas por AstraZeneca, no son convincentes. No puede alegar preeminencia en la entrega de dosis al Reino Unido.