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Si el Senado estadounidense aprueba su designación, Gina Haspel se convertirá pronto en la primera mujer al frente de la CIA. Su figura es controvertida, pues supuestamente estuvo implicada en torturas aplicadas a prisioneros por los servicios secretos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El Centro Europeo por los Derechos Constitucionales y Humanos (ECCHR, por sus siglas en inglés), una organización independiente de derechos humanos, la denunció por ello el pasado junio.
Haspel, de 61 años, tiene una trayectoria de más de 30 años en la CIA (Agencia Central de Inteligencia) y trabajó para los servicios secretos en lugares como Londres.
Desde 2017 es vicedirectora de la CIA y Trump la propuso hoy como sucesora de Mikel Pompeo, a quien designó nuevo secretario de Estado en sustitución de Rex Tillerson. Ambos nombramientos tienen que ser aprobados todavía por el Senado.
En 2002, Haspel dirigió una cárcel secreta de la CIA en la que presuntamente fueron torturados dos supuestos miembros del grupo terrorista Al Qaeda.
Según un informe del Senado, Abu Subaida y Abd al Rahim al Nashiri fueron sometidos varias veces al método ‘waterboarding‘ (ahogamiento simulado sumergiéndoles en agua), así como a la privación de sueño y otros métodos cuestionables de interrogatorio. Ambos fueron enviados después a la cárcel que Estados Unidos tiene en Guantánamo, Cuba.
El año pasado, el portal de noticias de investigación ProPublica informó de que Haspel firmó la mayoría de los telegramas en los que se describían los interrogatorios de Abu Subaida. Los registros de las torturas fueron destruidos por la CIA en 2005 y, según el ‘New York Times‘Âáy otros medios, Haspel también jugó un papel al respecto.
El senador republicano John McCain exigió hoy que Haspel explique en que medida estuvo implicada en el programa de interrogatorios. Las torturas a prisioneros son uno de los capítulos más oscuros de la historia estadounidense, apuntó McCain. Según el senador, Haspel debe garantizar al pueblo estadounidense que como directora de la CIA respetará la ley.
Haspel cuenta con una gran reputación dentro del organismo que podría llegar a dirigir, según medios estadounidenses. Hasta el momento no se había posicionado políticamente y como vicedirectora de la CIA actuó más bien entre bambalinas. Pero se espera que siga la línea de Pompeo.