De la redacción de El Litoral
[email protected]
Varios de los senadores nacionales denunciados ante la Justicia Federal por “sedición” por el abogado Eduardo Barcesat plantearon en las últimas horas que el gobierno los amenaza y los quiere ver presos en otro fuerte cruce de posiciones suscitados en las últimas horas y que tienen como escenario la Justicia. El planteo de Barcesat siguió a la foto que se sacaron el jueves todos los senadores de la oposición firmando un compromiso para no nombrar jueces en la Corte Suprema de Justicia hasta después de las elecciones de 2015. Entre los firmantes están los santafesinos Rubén Giustiniani (PS) y Carlos Reutemann (PJ).
El radical mendocino Ernesto Sanz dijo que “el gobierno quiere avanzar contra los senadores y la Justicia. Barcesat no es un abogado cualquiera, es parte del gobierno. Es el gobierno el que está atrás de la denuncia porque quiere ver a los senadores presos, nos quieren amedrentar”.
El precandidato presidencial añadió que “mientras que a nosotros nos denuncian penalmente por oponernos en el tema de la Corte, ellos han hecho una verdadera salvajada en el Consejo de la Magistratura. Violaron normas para designar al administrador general del Consejo para poder manejar los fondos, el presupuesto del Poder Judicial. No quieren tener al administrador para hacer una justicia más rápida y eficiente, quieren hacerlo para dominar a la Justicia. Lo que se discute es cuál es la relación que quiere tener el Poder Ejecutivo con el Judicial, porque no es sólo la Corte, son también los fiscales que designa Gils Carbó, el Consejo de la Magistratura, en resumen, el funcionamiento de la Justicia en general”.
El cordobés Luis Juez consideró a la denuncia de Barcesat como una torpeza. “Alguien debería decirle a Barcesat que de lo que denuncia nada ha sucedido. Todavía Zaffaroni no renunció, tampoco se produjo la vacante, la Presidenta no envió el pliego de nadie y los senadores no rechazaron ningún pliego. La denuncia es en realidad un acto de amenaza, una extorsión velada. Es un despropósito desde el punto de vista que se lo mire”.
En tanto, el senador oficialista Aníbal Fernández cruzó a Sanz y aseguró que le “da vergüenza”. Recordó que “a la oposición siempre le fue muy mal con este tipo de cosas”, por lo que pidió que dé marcha atrás en su decisión de negarse a acordar el reemplazante de Zaffaroni en el alto tribunal. “Escuché las barbaridades que dijo el senador Sanz, que no solamente avergüenza. No quiero ser grosero porque le tengo respeto, pero da vergüenza lo que dice, porque él afirma que se dice intimidado por las expresiones en el escrito de Barcesat, pero la realidad es que no han tenido otra conducta como bloque, tanto él como el senador (Gerardo) Morales, que la de entorpecer la vida institucional de un país en cabeza del Poder Ejecutivo, denunciándolo en cuanta cosa se le ocurrió”.
Los alcances de la presentación
Barcesat denunció a los senadores de la oposición por “sedición” al “impedir” que el Ejecutivo nombre nuevos miembros de la Corte Suprema, decisión que fue avalada por el gobierno nacional a través del jefe de Gabinete Jorge Capitanich.
Barcesat apuntó contra los senadores que hayan suscripto el “compromiso público de impedir la cobertura de la vacancia en la Corte Suprema”.
El abogado constitucionalista responsabilizó a los senadores por “operar una connivencia delictiva a fin de impedir que el Poder Ejecutivo Nacional cumplimente el mandato constitucional” de cubrir la vacante en la Corte. Denigra la jerarquización constitucional de los partidos políticos”, agregó.
Perfil
Eduardo Barcesat es uno de los hombres de la Justicia más cercanos a la Casa Rosada que coincide ideológicamente con el gobierno nacional y defiende sus posturas. Barcesat defendió la reforma judicial que impulsó el gobierno de Cristina Kirchner que, entre otros puntos, incluyó la elección popular de los miembros del Consejo de la Magistratura de la Nación y que terminó declarando inconstitucional la Corte Suprema.
La cercanía con el gobierno llevó a que el Poder Ejecutivo lo designe conjuez de la Cámara Federal de Casación Penal, el máximo tribunal penal del país después de la Corte. Barcesat también fue abogado de las Madres de Plaza de Mayo y fue asesor de la presidencia de la Cámara de Diputados de la Nación y de la Procuración del Tesoro de la Nación durante la actual gestión de Angelina Abbona, y también dirige la revista de Derecho Público de Infojus, el sello editorial del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Primeras definiciones de Vázquez
La flamante presidente del Consejo de la Magistratura, Gabriela Vázquez, calificó como “una barbaridad” las expresiones del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien afirmó que hay un “golpismo activo del Poder Judicial” y afirmó que estos dichos son “una presión muy fuerte a la independencia de la Justicia”. La funcionaria judicial también calificó como “antidemocrática” la actitud de los senadores que se niegan a dar acuerdo para un eventual reemplazante del juez de la Corte Suprema, Raúl Zaffaroni.
Tras llegar al nuevo cargo con una mayoría ajustada, que logró gracias a los votos del kirchnerismo, Vázquez se mostró distante del gobierno al afirmar que no tiene ninguna filiación partidaria y sentenció: “No soy kirchnerista ni opositora”.
La primera mujer en presidir la Magistratura fue consultada sobre si debería cubrirse ahora la vacante que deja Zaffaroni en la Corte Suprema, a lo que contestó que “la Constitución Nacional dice que el Poder Ejecutivo es quien propone” y consideró que es “lógico que lo haga porque es legítimo”. En cuanto a los dichos de Capitanich, quien señaló que allanar la empresa hotelera de la presidente Cristina Fernández por supuestas irregularidades forma parte de un golpismo activo del Poder Judicial, Vázquez sostuvo que el de Capitanich “es un discurso que no coincide con el respeto debido a la división de poderes y a la independencia de la Justicia. Me parece una barbaridad lo que dijo, porque viniendo de un funcionario de tan alta jerarquía es una presión muy fuerte a la independencia del Poder Judicial”.