Por Gustavo Capeletti
Cerca de 200 policías dieron cumplimiento a una orden judicial. Se vivieron momentos de tensión en el despeje del acceso al Parque Industrial. Habrá una movilización el domingo.
Por Gustavo Capeletti
Un escuadrón conformado por 200 policías apoyados por 15 móviles de la fuerza procedió a desalojar el piquete que desde hace 70 días mantenían en el ingreso al Parque Industrial de Reconquista obreros de Algodonera Avellaneda.
“A partir de la 6 proceda a garantizar el acceso irrestricto a los parques Industriales de Reconquista y Avellaneda, así como a todas las industrias que la componen, permitiendo el ingreso y egreso sin entorpecimiento alguno de proveedores, materia prima, trabajadores de cualquier jerarquía, miembros e integrantes de los directivos de las empresas y cualquier otra persona que legítimamente desee hacerlo”, ordenó Benegas a la policía. En un segundo párrafo, dispuso “proceder al desalojo pacífico y actuando de acuerdo a los protocolos pertinentes de toda persona que se encuentre de forma ilegítima o no permitida dentro de la propiedad privada de cualquier empresa”, y garantizar que los trabajadores que deseen hacer huelga o manifestarse lo puedan hacer en forma pacífica y sin ningún tipo de intimidación por parte de los demás obreros o de la patronal.
Plan de lucha
Aunque en los primeros momentos el ambiente se tensionó, luego los trabajadores decidieron no resistir el desalojo y abandonar el predio pacíficamente. En las próximas horas decidirán de qué manera continúan el plan de lucha. Por lo pronto, lanzaron una convocatoria a “todo el pueblo, obreras y obreros de otras fábricas, trabajadores en general y a nuestras familias, a que nos acompañen a la movilización que decidimos realizar este domingo 30 de agosto de 2020”.
Asimismo, lamentaron que “hoy, después de más de 70 días de lucha, fuimos juntos a los compañeros y compañeras desalojados del Parque Industrial de Reconquista por orden del juez de turno y el honorable Ministerio Público de la Acusación. Es indignante como el poder busca los recursos para acallar nuestra lucha, nuestros derechos; pero no bajaremos los brazos como ‘el junco que se dobla, pero no se quiebra’”.
Los trabajadores de la empresa del grupo Vicentin insistieron con que “continuamos reclamando un salario acorde a la canasta familiar. Nuestro objetivo es defender la dignidad de nuestras familias, tantas veces pisoteada por los patrones. Hoy las fuerzas represivas del Estado nos desalojaron del acampe que manteníamos en el ingreso a la fábrica desde hace más de dos meses. Pero seguimos con la misma decisión y convicción, para conseguir lo que nos corresponde”. “La clase explotadora es la misma para todos y podemos torcerle el brazo a sus planes de seguir enriqueciéndose a costa de nuestro trabajo y dejándonos en la miseria. ¡Todos a las calles! ¡Alcemos la voz de los trabajadores y el pueblo!”, instaron.