El Litoral / Infobae.com
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El hecho ocurrió este miércoles a las 8:30 de la mañana en la ciudad santafesina de Diego de Alvear (en el extremo centro-sur de la provincia, a escasos kilómetros del límite con la provincia de Buenos Aires). A los pocos minutos de que un camión de caudales dejó 3,5 millones de pesos destinados al pago de jubilaciones en la oficina de correos local, un grupo comando irrumpió en el lugar y tras reducir a empleados y clientes, se dieron a la fuga con el botín.
El robo se registró en la oficina de correos de Diego de Alvear, donde, como todos los meses, un camión de caudales dejó el dinero, 3,5 millones de pesos, destinado a las jubilaciones del pueblo.
La localidad tiene 3.500 habitantes y no cuenta con banco ni cajeros. Es por eso que lo habitual era que los jubilados se acercaran a la oficina ubicada en Av. Christophersen y San Martín a cobrar.
Según se pudo saber a partir del relato de fuentes policiales, al momento del hecho había en el lugar ocho jubilados que estaban esperando a que abriera. A ellos se sumó una novena persona que, apenas el jefe de correos se dejó ver, se le acercó y le dijo que quería hacer ‘un giro‘.
El jefe de correos le pidió entonces que aguardara a que terminara de organizarse y que después lo iban a atender. No mucho más tarde llegó el camión de caudales con los 3,5 millones de pesos, los dejó y tras realizar el papeleo habitual se marchó.
Según el relato de testigos, no pasaron ni cuatro minutos hasta que dos sujetos más se sumaron al supuesto cliente que quería realizar el giro y a punta de pistola los tres obligaron a todos los que se encontraban en el lugar, empleados y clientes, a tirarse el piso.
Los delincuentes huyeron con las bolsas de dinero en un auto que abandonaron en la provincia de Buenos Aires, tras haber recorrido tan solo 4 kilómetros desde el lugar del hecho. Hasta el momento no hay novedades de los ladrones, que son intensamente buscados en ambas provincias.
En el lugar trabajó personal de la Policía Científica de Santa Fe y la Comunal de General Pinto. El automóvil estaba oculto entre unos pastizales y según trascendió llevaba la patente de otro vehículo, por lo que se tardará más con su identificación.