La vida por un gallo

Danilo Chiapello
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“¡Algo le pasó al Brian ... andá urgente hasta la casita!”.

Ni bien recibió el mensaje, el hombre supo que no había tiempo que perder. Como pudo, abandonó su cama y salió con paso presuroso. Afuera la noche se presentaba espantosa... con frío y lluvia.

Fueron unos pocos minutos hasta que llegó a esa vivienda ubicada en R. de Chile, frente al club Cha Roga, donde algunos fines de semana se realizan riñas de gallos.

Entonces el horror lo miró de frente. Tendido en el piso estaba su hijo, Brian, agonizando.

Tenía un impacto de bala en la zona del tórax inferior. El proyectil había quedado dentro de su cuerpo, que presentaba un orificio de entrada sin salida.

El joven estaba caído a metros de un pequeño ring donde las aves son lanzadas a esa vil práctica.

Con la desesperación lógica, el hombre cargó a su hijo y salió hasta el Samco de Santo Tomé. No obstante el esfuerzo resultó en vano. El muchacho ingresó ya sin vida.

Viene de familia

De Brian se supo que era un muchacho tranquilo y reservado. Con esfuerzo estaba terminando de construir su casa en Santo Tomé, donde vivía junto a su compañera, Nadia, y el hijo de ambos, de 5 meses.

* “Su vida eran los gallos. Hace mucho que andaba en ese tema al igual que sus primos. Él criaba a los gallos en su casa. Y los fines de semana se hacían los encuentros. La verdad es que estoy muy shockeada por esto que pasó”, dijo hoy Cintia, la tía del fallecido, en diálogo con El Litoral.

Robo y silencio

Según se supo, el robo de un gallo que era propiedad de Brian disparó un conflicto que tuvo trágica consecuencia.

Todo parece indicar que anoche el infortunado joven intentó recuperar el ave en cuestión, y en ese trámite se encontró con una persona que lo ultimó de un tiro.

Es por esta razón que los investigadores para resolver este caso tienen su mira apuntada hacia diversos personajes que se mueven en el submundo de las riñas de gallos.

Pero la tarea no se presenta sencilla.

Esta claro que se impone un “código de silencio” entre quienes participan de esa práctica, e incluso hasta en los propios familiares de la víctima.

Tal estado de situación llegó incluso hasta el fiscal Gonzalo Iglesias, quien en las últimas horas tomó algunas testimoniales sin poder avanzar demasiado en la cuestión.

Barbarie

Las riñas de gallos son resabios de épocas de barbarie que deberían avergonzar a las personas que participan. Los animales son incitados a la pelea, se lastiman, se hieren y se matan sin finalidad propia alguna.

Lo que dice la ley

La riña de gallos es una práctica que está prohibida porque se encuadra dentro de la Ley 14.346, que refiere a “ Malos tratos y actos de crueldad a los animales”.

Dicha ley fue sancionada el 27/IX/1954; promulgada el 27/X/1954; y publicada en el Boletín Oficial el 5/XI/1954 - Código Penal.

En su artículo 1, dice que “será reprimido con prisión de quince días a un año el que infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales.