Las enfermedades cardiovasculares son la mayor causa de muerte en el mundo. Éstas pueden prevenirse en gran medida reduciendo los factores de riesgo más importantes, como presión arterial alta, niveles elevados de colesterol y glucemia, consumo de tabaco, sobrepeso, o inactividad física. Para ello, los padres deben dar el ejemplo a sus hijos para tener conseguir vivir sanamente.