Maduro, tras la suma del poder

Un rasgo que distingue a los autoritarios de todos los tiempos es su afán por gobernar con facultades extraordinarias y perpetuarse en el poder. Un rasgo que distingue a los autoritarios de todos los tiempos es su afán por gobernar con facultades extraordinarias y perpetuarse en el poder. Según este criterio, el país vive en un estado permanente de excepcionalidad, motivo por el cual, al líder se le deben otorgar atributos especiales para concentrar el poder y ser más “efectivo”. Como para cumplir al pie de la letra con este precepto, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acaba de reclamarle a la Asamblea Nacional que le otorgue poderes especiales para gobernar por decreto y combatir la corrupción.

julio Cortázar

Cuando el maestro Cortázar dictó cátedra en Berkeley

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Imágenes de algunos de los textos inéditos escritos por Julio Cortázar . foto:efe

Mesa de café

El día después

Marcial ha pedido una botella de champagne para festejar la derrota de la señora. Quito ha consultado al patrón y después de algunas idas y venidas trajo la botella con cuatro copas. José protesta y dice que él está dispuesto a brindar por motivos exactamente opuestos a los que pretende brindar Marcial. Finalmente Abel propone, salomónicamente, que brindemos por la amistad y la Argentina. Es lo que hacemos. —Con brindis o sin brindis -expresa Marcial mientras le hace señas a Quito para que le sirva un té- le dimos una paliza fenomenal. —Eso es lo que vos decís, mi interpretación es diferente; somos el partido más importante de la Argentina y vamos a ampliar nuestro número de legisladores. Si eso para ustedes es derrota, yo no sé qué es victoria. —El único lugar donde ganaron fue en la Antártida -puntualiza Abel. —Lugar al que deberían ir la señora y sus acólitos -propone Marcial. —Te guste o no -responde José- la compañera va a gobernar hasta 2015 y donde se descuiden le sacamos la re-reelección. —¿Vos creés en serio que eso es posible? -pregunto. —No lo creo, lo deseo -contesta José-, además, nos queda la alternativa del volver en 2019. No nos vendrían mal cuatro años en el llano decididos a contemplar el desastre que van a hacer ustedes. Es más, te aseguro que los mismos que hoy nos votan en contra y salen con las cacerolas en la calle, van a venir de rodillas a pedirnos que regresemos. —De ilusiones también se vive -ironiza Marcial. —Creo que te estás equivocando José -enfatizo-, si la señora pierde el poder en 2015, nunca más vuelve, porque al poder en el peronismo lo tiene quien controla al Estado. —No estés tan seguro. —Es lo que veo y es lo que observo desde hace décadas. Todos esos obsecuentes y alcahuetes que hoy la aplauden, lo hacen porque ella tiene poder, cuando lo pierda van a ir a aplaudir a otro u otra. —Miralo si no Menem amplía Marcial-, era Gardel, parecía el hombre más poderoso e invulnerable del mundo. Dejó la presidencia y ni siquiera gana en La Rioja. —La señora no necesitó dejar el poder para no ganar siquiera en Santa Cruza agrega punzante Abel. —Lo que les aconsejo, de todos modos reacciona José- es que no festejen antes de tiempo. Las elecciones verdaderas son dentro de dos meses. —Te juego un asado -desafía Marcial- a que dentro de dos meses Massa saca más votos de diferencia y la paliza es mucho más grande que la de ahora. —¡Jugado! contesta José sin inmutarse. —Lo que yo creo -digo- es que tal vez no perdió por paliza, pero la situación del gobierno es incómoda, muy incómoda. Volvieron a los mismos votos de 2003 y esto en el peronismo no se perdona. —Según las circunstancias, en el peronismo puede perdonarse todo, hasta lo increíble observa Marcial. —De todos modos señala José encogiéndose de hombros- si perdemos, vamos a perder con el compañero Massa, motivo por el cual, les guste o no, el peronismo y los peronistas vamos a seguir gobernando. —¡Así te quería escuchar hablar! -exclama Abel. —Creo que no estoy inventando la pólvora si digo que este país es peronista en cualquiera de sus variables. Y la prueba está que en la provincia de Buenos Aires, más del ochenta por ciento de los votos fueron dirigidos a candidatos peronistas -explica José. —Ya conozco la historia -dice Marcial-, ustedes son un movimiento. Y los mismos que ayer estuvieron con Menem, hoy aplauden a la señora y mañana se van a reportar ante Massa o el que venga. —No es tan así, pero es más o menos así dice elípticamente José. —¿Habrá que resignarse a una Argentina eternamente peronista? -se pregunta Abel. —Yo no me resigno afirmo-, y creo que la Argentina no debe resignarse a ese destino. —A ese destino atroz -agrega Marcial. —Yo no calificaría -digo-, pero considero que salir del peronismo para caer en el peronismo es medio absurdo. Es como que la gente crea que la cocaína es mala pero la heroína es buena. —Lo que hay que hacer -completa Marcial- es dejar de consumir drogas. —No le den tantas vuelta al asunto se burla José-, mientras nosotros seamos los únicos en condiciones de dar respuestas reales y prácticas a los problemas del país, la gente nos va a votar. —Puede ser concedo. —Lo que sucede -plantea Abel- es que ustedes hacen lo posible y lo imposible para ser los únicos. —No te entiendo. —Hoy el poder se construye desde el Estado; ustedes, los peronistas, nacieron en el Estado prohijados por militares nazis, y para ustedes la construcción del poder es siempre una tarea estatal. Por lo tanto, sesenta años después siguen creyendo que el que controla el Estado controla a la sociedad; y además se ocupan de garantizar desde el poder que nunca puede construirse una opción alternativa. —Nosotros no tenemos la culpa de que los opositores sean una manga de inútiles. —Más o menos -responde Abel-, los opositores tienen sus fallas y sus faltas, pero está claro que ustedes desde el poder se las ingenian para dispersarlos a través de la corrupción, el clientelismo y la publicidad. —Insisto -suspira José- no es justo que los peronistas debamos hacernos cargo de nuestros errores y de los errores de nuestros adversarios. —Me parece que nos estamos yendo por las ramas apunto-, hoy la oposición ha demostrado que existe, y si bien el peronismo no ha sido derrotado sí ha sido derrotado su rostro actual, es decir, el kirchnerismo. —Mientras no derrotemos al peronismo -rezonga Marcial- vamos a estar siempre en el horno. —En eso te equivocás -contesta José-, ustedes nos derrotaron con Alfonsín y De la Rúa, y en los dos casos no pudieron completar el mandato. —Esa es una chicana -exclama Abel. —Es una verdad histórica -contesta José. —Que sea una verdad digo- no quiere decir que sea un mandato divino. La oposición se está rehaciendo y seguramente si alguna vez llega al gobierno sabrá hacer las cosas bien. —Cuando lo hagan seguimos conversando desafía José. —Lo que pasa interrumpe Abel- es que cuando un gobierno democrático llega al poder ustedes no lo dejan gobernar, lo aboyan con huelgas y paros generales. —Es lo que decía mi tío: cuando los peronistas están en el gobierno, roban, y cuando pasan a la oposición, incendian. —No comparto -concluye José.

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