Por Ignacio Andreychuk
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Cansado, muy transpirado, Esteban Fuertes fue a la sala de conferencias a disfrutar de un momento único en su carrera: dos goles, triunfo sobre Argentinos, sueño encendido de todo el pueblo colonista y la presencia de su viejo y su hijo en la cancha. Más, sería demasiado. Pero el "Bichi", a pesar de la euforia, también deslizó la posibilidad de cerrar su fantástica trayectoria a mitad del año entrante.
—¿A veces pensás en retirarte en junio de 2010 o todavía es muy apresurado?
—Es algo que vengo hablando con mi familia. Sé que el día que me retire, lo quiero hacer de la mejor manera, porque no quiero estar adentro de la cancha y ser un estorbo o que la gente piense que no puedo correr ni pegarle a la pelota. Mi sueño, y lo dije antes de que empiece este torneo, es apuntar a la Copa Libertadores, pero para coronar mi carrera, el hecho de pelear el torneo hasta el final es el broche que falta. Entonces, cuando pase todo esto y llegue a junio, veré qué decisión tomo. Pero sería una muy buena oportunidad...
—¿Qué significó este partido, justo en el cumpleaños de tu hijo Gerónimo y la presencia de tu papá en la cancha?
—Muchísimo. Fue muy especial para mí. Además estuve en dudas hasta las horas previas al partido. Tenía un dolor en la pierna y me molestaba bastante. Pero gracias al "Lalo" Vega (médico del plantel) y los kinesiólogos, que trabajaron durante toda la concentración, pude salir a jugar tranquilo; me aseguraron que no iba a pasar nada. Yo no quería sufrir otra lesión y perderme tres o cuatro partidos, como ya me había ocurrido. También tenía la ilusión de marcar un gol y regalárselo a mi viejo, que hacía diez años que no venía a la cancha, y a mi hijo, que cumplió años. Por suerte salió todo redondo.
Causa común
—Más allá de la molestia, el compromiso de todos hace que uno se sobreponga a esas cosas para jugar...
—Ni hablar. Yo no me voy a cansar de repetir lo que disfruto entrando a la cancha. No me quiero perder ningún partido. El otro día me fui amargado de la práctica, porque me aparece un dolor tras otro, cosa que en 20 años no me había pasado. Sólo tuve una lesión muscular en mi carrera. Pero tomamos la decisión de no entrenarme el viernes y trabajar con los kinesiólogos para llegar bien al partido. Y el compromiso está, pero es de todo el grupo.
—¿Estás más tranquilo con tu rendimiento ahora que hiciste dos goles?
—Sí, eso también estaba en mi cabeza. Era consciente de que no venía jugando bien, sobre todo con Boca, en donde casi no entré en juego. Y eso lo siente un delantero. Me parece que en este partido, cada uno de nosotros recuperó su nivel y rendimiento que venía mostrando. A mí me reconforta el recibimiento y la despedida de la gente, porque eso es algo que siempre voy a reconocer de esta hinchada.
—¿Qué pensás de la delantera que formás junto a Nieto?
—Van pocos partidos. Me siento muy cómodo con Fede y, si lo hubiéramos tenido el torneo pasado, este equipo habría dado más pelea. Hubo muchos delanteros con los cuales me sentí muy bien: Germán Denis, "Carucha" Müller, Cristian Castillo, el "Caio" Enría... Un montón de jugadores con los cuales hemos rendido mucho.






