Por Gastón Dubois
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Final de la primera rueda del Nacional B y Colón todavía es un equipo en deuda con el paladar futbolero de su gente. Jugar a defenderse, tan lícito como lo es jugar a atacar, no es rechazar la pelota al campo contrario dándosela siempre al rival. Jugar a defenderse es ocupar inteligentemente los espacios en tu campo y salir organizadamente y muy rápido para lastimar al arco rival. O crearle una trampa estratégica y provocarle (cediéndole terreno hasta tres cuartos de cancha) algún error en la salida al oponente para estar más cerca del gol.
El mejor exponente como equipo de lo que digo —para mi gusto— fue Grecia en una Eurocopa, allá por el año 2004. Ése eq uipo tenía una vocación ultraofensiva, pero salía muy rápido de contra y era muy cauteloso para no regalar la pelota en algún rechazo improductivo hacia el campo rival. Así fue como salió campeón con la valla menos venciada y la delantera con menor cantidad de goles en toda la historia del campeonato. No se pue hazar, porque la pelota indefectiblemente va a caer en los pies de un jugador contrario y el rival otra vez va a intentar atacarnos. Defenderse no es tener miedo a ganar. Defenderse es un arte, una estrategia, pero de ninguna manera debe ser una actitud. Quiero creer que cuerpo técnico y jugadores se presentan a los partidos queriendo ganar. Lo doy por sentado. Son profesionales y con eso me basta.
Si transpolamos el arte de defender a otro deporte en la Argentina como el boxeo, Nicolino Locche es el mejor ejemplo, aunque este boxeador no tenía miedo de atacar. Cuando debía hacerlo lo hacía. En el caso de Colón da la sensación que los jugadores (por orden del técnico) tienen miedo de ganar, o mejor dicho, de pasar al ataque y dominar desde el “volumen de juego” a su rival. Se puede defender desde la posesión de la pelota; también existe viejo axioma del fútbol: “defender atacando”. El mejor exponente en la actualidad de esto, es el entrenador Marcelo Bielsa. Hay múltiples maneras de defender sin necesidad de regalarle la iniciativa y la pelota al rival siempre.
Repasemos por ejemplo el partido, que según la mirada de Diego Osella, fue la mejor producción de su equipo. Contra Argentinos Juniors el mejor jugador de Colón fue “Fatura” Broun. Tanto es así que nuestro comentarista Alberto Sanchez le puso un 10 en el “Bajo la Lupa”. ¿Cómo se entiende entonces que si tu arquero fue figura, tu equipo haya tenido la mejor producción futbolística de todo el torneo? Los 11 jugadores colgados del travesaño y tu arquero figura deberían ser motivo suficiente para repasar algunas cosas de tu equipo, si vos sos el entrenador. Diego Osella tiene todo el derecho de creer en su táctica y su estrategia, pero no debe confundir defenderse del rival con meterse todos atrás. Está muy claro que el fútbol tiene dos arcos y que para poder ser protagonista de un torneo, cualquiera se éste, se necesita algo más que siempre salir a defenderse casi adentro de tu área.
El arco rival y el tuyo tienen las mismas dimensiones. Depende cuán cerca estés de uno o de otro arco, es lo que permite que el de enfrente se vea más grande que el tuyo.




