Está de vuelta. A pesar de todo y de todos. A pesar del “Arsenal” de presiones que sufrió su celular estando de vacaciones en Miami, junto a su familia. A pesar de su “locura linda”, Mohamed tiene muchas cosas de hombre de antes. Darle valor a la palabra es una de esas banderas que el “Turco” hace flamear. Cuando dejó México para dirigir al amor de su vida —Huracán—, perdió plata, pero le hizo caso al corazón. Y ahora, quizás, le habría convenido Arsenal: el equipo “del jefe” (es el club de los Grondona), la familia al lado, jugar finales de copas y certámenes continentales. Pero había dado una palabra. Primero, a Lerche y, después, a la gente de Colón antes de las elecciones. Cumplió con las dos cosas. Y hoy volvió a Santa Fe para comandar el trabajo de pretemporada, en la cuenta regresiva al 10 de agosto contra el River campeón en el Cementerio de los Elefantes.
—Ahora vas a moldear tu propio equipo, porque llegaste con el torneo empezado y la cosa armada. ¿Qué es lo más importante que hay que saber del Colón versión Mohamed, “Turco”?
—Le dije al presidente algo de lo que estoy totalmente convencido: el mejor refuerzo de Colón pasa por mantener la base. Son los jugadores que sacaron al equipo de una situación incómoda en el peor momento, que fue cuando llegamos a Colón. Después, seguramente, vamos a necesitar sumar gente en lugares puntuales de la cancha. Pero tranquilos, sin hacer locuras, porque un entrenador, cuando pide refuerzos, también maneja finanzas y la realidad del fútbol argentino, cuando no estás en dos o tres equipos grandes, es muy clara.
—Daría la sensación, desde afuera, de que a pesar de no estar más Píccoli, Enría y el “Rengo” Díaz, sigue siendo un plantel muy largo el que tenés para jugar un solo torneo en Colón...
—Es obvio que vamos a tener que tomar algunas decisiones. Lo que no quiero es bloquear los caminos para los chicos de abajo, porque hay valores interesantes. Y tampoco engañar a algunos muchachos que necesitan jugar y quizás no tengan lugar. De todos modos, no va a haber sorpresas con los que vamos a subir porque ya vienen trabajando con el plantel: Lazaroni, Quilez, Miranda, Facundo Sánchez, Lucas Acosta.
—Arranquemos de atrás. Se habla de ofertas por Tombolini desde Ecuador y ahora se sumó San Martín de Tucumán. Si se va, ¿pediste otro arquero?
—Sí, pero justamente eso: pedimos un arquero, y no un nombre como salió por allí. Lo que necesitamos es incentivar la competencia con Sebastián Blázquez y Marcos Díaz. Pero el presidente lo sabe: si se va “Tombo”, tenemos que sumar uno en ese puesto.
—Pareció darte resultados más que interesantes la línea de tres cuando estuvieron Aguilar, Garcé y Goux, aunque después las bajas te obligaron a parar cuatro en zona. ¿Qué buscás ahí?
—Un poco más de altura, porque nos cabecearon mucho. Entonces, la idea es sumar dos marcadores centrales.
—Puertas, Cellay, Goltz. Siempre que buscás algo, aparecen los jugadores que dirigiste y “agrandaste” en Huracán. Parece algo que el mercado “te pega” casi naturalmente, “Turco”...
—Los conozco y me conocen, ésa es la ventaja en ese tipo de circunstancias, pero tampoco ando con un cartel que dice “tiene que venir uno que yo dirigí antes”. Tenemos una lista con el presidente y empezamos a hablar.
“Necesito volantes con gol”
En el listado original de esa primera charla con Lerche, trascendieron los puestos. Y en la zona donde más pidió reforzarse Mohamed es en el mediocampo: dos carrileros, un doble cinco con buen manejo o un enganche que justifique la función del creador.
—Jugaste con enganche y sin enganche; con un cinco; con doble cinco...¿Cuál es el balance de la zona de medios en Colón?
—Pienso que fue el lugar donde más improvisamos y los “inventos” salieron bien. Pero necesitamos tener volantes que puedan llegar al gol y, así, ayudar a los delanteros cuando no andan bien.
—Lo de Garnier es un secreto a voces...
—Hablamos con el jugador; tiene recorrido, ganas y experiencia. Ida y vuelta con llegada al gol y a zonas de gol. Nos interesa.
—Del otro lado sonó Ervitti, viejo sueño en Colón y al que ustedes conocen a la perfección desde México.
—Cuando uno es técnico de un club también maneja, en parte, los recursos económicos. Ervitti nos encanta, pero hoy por hoy parece inaccesible desde el punto de vista del dinero. No vamos a cometer locuras, soy de los entrenadores que tienen los pies sobre la tierra. Nos podemos arreglar igualmente con Federico Poggi, que puede dar más todavía y, de paso, cuidamos la plata de Colón.
—¿Doble cinco con manejo tipo Sánchez Prette o enganche con llegada al gol como Santiago Raymonda?
—La idea es ésa desde las funciones, más allá de los nombres. Se trata de darle otra alternativa de juego, siempre entendiendo que el fútbol de hoy es dinámico y en el medio no se para nunca.
“Vamos a tener que vender”
El recorrido de Colón, en el línea por línea, llega hasta el bloque de ataque, donde hoy los nombres de Gandín (Independiente) y Ramírez (México, Independiente, Racing) aparecen como buscados. Pueden volver Bravo y Fuertes. Están Carignano y Cardetti.
—¿Y arriba, “Turco”?
—Yo estoy convencido de que las necesidades del mercado lo van a obligar a Colón a desprenderse de alguno de los delanteros. Veremos qué pasa esta semana; está lo de Gandín a Independiente, pero espero primero hablar con Germán.
—¿Qué podés decir de los que no jugaron: Morales, Cardetti, Carignano?
—Nos interesa Cardetti.
—Si venden uno, ¿viene uno sí o sí?
—Es la idea. Me entusiasma mucho la vuelta de Martín Bravo, creo que es un punto positivo, acumuló experiencia en San Juan y Colón debe sacar provecho de esa situación.
—¿Y el “Bichi”?
—Fuertes es, por cuestiones más que obvias en este club, un verdadero referente en todo. Adentro y afuera de la cancha. Creo que hizo un esfuerzo muy grande para recuperarse de una lesión jodida. Arranca de cero, con todas las ganas y eso es importante.




